martes. 19.03.2024

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy intercambiaron duros golpes dialécticos durante el debate del estado de la nación. El jefe del Ejecutivo acusó a su oponente de no ayudar contra la crisis, sino de servirse de ella, destacando que mientras los demás tratan de derrotarla, los populares intentan aprovecharse de la misma.

Rajoy se sintió ofendido por esta afirmación y, tras advertir que estas no son afirmaciones propias de un presidente de Gobierno, recordó a Zapatero que él no dice más que lo que dicen muchos socialistas, entre los que citó a Joaquín Almunia, Miguel Angel Fernández Ordóñez, Carlos Solchaga y hasta el premio Nobel admirado por Zapatero, Paul Krugman.

PUNTILLA CLASES MEDIAS

Algunas de las medidas anunciadas por el jefe del Ejecutivo durante su intervención inicial de esta mañana también fueron objeto de debate entre ambos, como el anuncio de suprimir la deducción por compra de vivienda a partir de 2011 para rentas superiores a 24.000 euros. Rajoy le acusó de "apalear" y "dar la puntilla" a las clases medias con esta decisión.

Ambos se enzarzaron en acusaciones mútuas de haber provocado la burbuja inmobiliaria que, según Zapatero, es la gran culpable del elevado aumento del paro. Mientras el presidente afirma que esta situación se gestó a partir de 1999, con el gobierno de Aznar, Rajoy le acusó de que durante su gobierno, el sector inmobiliario tenía un peso superior en el PIB que con el gobierno del PP.

El desempleo fue objeto de muchos reproches entre ambos, tras la petición de Rajoy de una reforma laboral. Zapatero le acusó de querer abaratar el despido y este respondió que no hay despido más fácil y barato que el que ha provocado 4 millones de parados.

Durante su intervención, el presidente acusó a Mariano Rajoy en numerosas ocasiones de no hacer "ninguna propuesta concreta", sin embargo, al finalizar su debate con Rajoy admitió que había aceptado algunas de las propuestas del PP como la rebaja fiscal a las pymes y las ayudas directas a la compra del automóvil.

Rajoy quiere abaratar el despido y Zapatero cohesión social