viernes. 29.03.2024

Recientemente se ha celebrado en Madrid el II Foro Novartis de Excelencia, en el que el Dr. Luis Rojas Marcos, profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York, hizo una exposición sobre los componentes genéticos y culturales del optimismo y del pesimismo, que condicionan en extremo la forma en que cada persona afronta su realidad presente, pasada y futura.

Según las declaraciones de Rojas, "existen estudios sobre gemelos que demuestran que ciertas características temperamentales tienen un factor genético, siendo el optimismo una de ellas. Por lo tanto, podría decirse que el optimismo se hereda. Pero además, nuestra personalidad tiene mucho que ver en la configuración del optimismo, ya que muchos niños son capaces de superar todo tipo de adversidades con resiliencia, es decir, con una capacidad admirable para encajar los golpes y volver a su estado natural".

El doctor Rojas hizo una descripción del carácter optimista. Éste, intentará recordar de su pasado las cosas buenas, y nunca se lamentará de lo que ya pasó. El optimista visualiza el futuro como un campo lleno de cosas positivas, y en éste ámbito se inserta la esperanza: "La esperanza es pensar que todo lo que deseamos va a ocurrir. Todos tenemos algún tipo de esperanza, porque si no, sería imposible vivir. De hecho, casi el 70% de lo que hablamos tiene que ver con el futuro, por lo que es vital pensar que nos van a suceder cosas positivas". En cuanto a los hechos presentes, Rojas recordó que "el optimista siempre busca una explicación positiva de los hechos y no se carga con juicios negativos preconcebidos".

Sin duda, ser optimista és útil para afrontar las adversidades de la vida. "El optimismo es verdaderamente útil, porque las personas optimistas son más realistas, ya que examinan tanto el lado positivo como el negativo de las cosas, y piensan que tienen el control de las situaciones en sí mismas, por lo que tienden a superar mucho mejor las adversidades porque actúan en lugar de quedarse paralizadas", añadió.

El optimismo podría ser hereditario