Los ocho equipos que integran actualmente la FOTA --Renault, Ferrari, McLaren, BMW-Sauber, Toyota, Red Bull, BrawnGP y Toro Rosso-- anunciaron esta madrugada su intención de romper con la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) y crear un Mundial de Fórmula 1 paralelo.
Tras más de cuatro horas de reunión en la fábrica de Renault en Enstone, las ocho escuderías aseguraron estar frustradas con la postura de la FIA contra su organización y no tener más opción que crear un campeonato alternativo.
"Los equipos no pueden seguir poniendo en compromiso los valores fundamentales del deporte y han declinado cambiar sus inscripciones condicionales para el Mundial de 2010", asegura la organización en un comunicado.
Además, la FOTA explica que no tienen "más alternativa" que comenzar "a preparar un nuevo Campeonato" que refleje "los valores de sus participantes y patrocinadores".
"Este campeonato tendrá un gobierno transparente, unas reglas comunes, fomentará la entrada de más participantes y escuchará los deseos de los aficionados, incluyendo ofertas a mejores precios para los seguidores de todo el mundo, los patrocinadores y otros accionistas", apunta. La Asociación de Equipos también asegura que "los mejores pilotos, estrellas y marcas" se quedarán en su Campeonato.
Este enfrentamiento entre FIA y FOTA se desencadenó al aprobarse las reglas para el próximo Mundial, en el que se beneficiaría a los equipos que aceptaran un límite presupuestario de 42 millones de euros, por lo que ambos organismos comenzaron sus enfrentamientos.
La semana pasada la FIA anunció la lista provisional de inscritos y hoy debía ratificar qué escuderías correrán, sin condiciones el próximo Campeonato, por ello Mosley habría accedido a aumentar el tope presupuestario a 100 millones de euros anuales.
Pero la FOTA seguía sin aceptarlo. "Desde la creación de la FOTA el pasado mes de septiembre, los equipos han trabajado juntos en busca de un compromiso con la FIA y el poseedor de los derechos comerciales (FOM, Bernie Ecclestone) para desarrollar y mejorar el deporte", apunta el comunicado.
La FOTA explica que la crisis económica mundial ha presentado "grandes desafíos" a la Fórmula 1, pero que se sienten "orgullosos" de haber llevado a cabo las "mayores medidas en la historia de este deporte para reducir gastos".
También comentan que los constructores han ayudado a los equipos independientes a competir en el deporte y pusieron en marcha su propio plan para reducir gastos al tiempo que se comprometieron a competir hasta 2012. Sin embargo, considera que la FIA y la FOM "hicieron campaña para dividir a la FOTA". "Los deseos de la mayoría de los equipos han sido ignorados", concluye.
