Sólo faltó la esencia del fútbol, el gol. Hubo de todo: ocasiones en los dos bandos, lucha, nervios....pero sin goles todo esto queda en nada. O en casi nada, porque el Real Mallorca suma un valioso punto fuera de casa que le sirve para seguir en cuarta posición y aumentar su ventaja a dos puntos respecto al Sevilla.
Manzano, tal y como se preveía, rotó al equipo que goleó al Atlético de Madrid el domingo y dejó en el banquillo a Aduriz, Mattioni y Corrales.
El choque arrancó lento, pausado, sin claridad en ninguno de los dos equipos, aunque era el conjunto balear el que intentaba adueñarse del juego en estos primeros compases del encuentro.
A partir del minuto 10, se desmelenaron y llegaron un par de ocasiones -una para cada equipo- que hicieron pensar que se abriría el marcador, pero los dos guardametas estuvieron acertados. La más clara, la de Víctor en el 16 cuando a punto estuvo de llegar a una prolongación de Nunes tras un córner botado por Borja.
Durante los siguientes minutos se evidenció el grado de nerviosismo de un Racing de Santander que veía como el Mallorca ganaba terreno y llegaba con claridada a la meta defendida portería, con Borja y 'Chori' Castro echándose a las espaldas el poder ofensivo bermellón.
Ya en la segunda parte, el conjunto cántabro se 'lavó' la cara y salió con todo. A por el partido, atacando, con Canales y Munitis a la cabeza y consciente de que el público iba a exigirles mucho más de lo mostrado en el primer periodo. Así llegaron las primeras ocasiones de los de Portugal en estos minutos iniciales del segundo acto y se volverían a suceder a lo largo estos segundos 45 minutos, pero cada vez con menos 'gasolina'.
El Mallorca, mientras tanto, se limitaba a controlar los arreaones del Racing viendo que un posible empate -conociendo la derrota del Sevilla ayer- no era tampoco un mal resultado. Manzano movió el banquillo y dio entrada a Mattioni por un cansado Castro y a Aduriz por Webó. Cambios que buscaban más velocidad en los metros finales.
La única oportunidad clara mallorquinista no llegaría hasta el minuto 89 al recoger Víctor dentro del área un mal despeje del portero Coltorti, que pudo enmendar su error a tiempo. Así se puede resumir el bagaje ofensivo de los de Manzano en el segundo tiempo.
Buen punto, fuera de casa, en fin; empate que deja un buen sabor ya que se se sigue en puestos de Liga de Campeones y ha pasado una jornada más. La siguiente habrá que hacer algo más para poder parar a Messi y Cia que llegan el sábado a las 20 horas. Habrá que rezar y confiar en el Ono, el fortín del Ono.
