viernes. 19.04.2024

La selección española inicia este miércoles (16.00 horas/Telecinco) ante Suiza su camino en el Mundial de Sudáfrica, una cita en la que la 'Roja' se enfrenta al mayor reto de su historia, el de responder a las grandes expectativas creadas y cumplir con el papel de serio candidato al título que le ha sido asignado.

Nunca partió España con tantas esperanzas depositadas en un Mundial. La que será su decimotercera aparición en el máximo escenario internacional se presenta como la oportunidad histórica de un equipo al que todos coinciden en señalar como uno de los rivales a batir.

Pese al optimismo con el que la selección española ha iniciado cada una de las grandes citas en las que ha participado, justo antes de que la competición se encargara de convertir la ilusión en decepción, en esta ocasión el juego y los números sí justifican la vitola de favorita con la que acude la 'Roja' a Sudáfrica.

En ese cambio hay un antes y un después, el triunfo en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, un torneo que sirvió no sólo para reivindicar y recompensar un estilo de juego basado en el toque, sino para acabar con una larga lista de 'sinsabores'.

Y es que desde aquel cuarto puesto en Brasil'50, el mejor resultado mundialista, España ha vivido muchas decepciones en las siguientes citas hasta México'86, donde rozó las 'semis', lo mismo que en Estados Unidos'94, cuando se chocó contra Italia, o Corea y Japón 2000, donde la modesta anfitriona también hizo de los cuartos de final una barrera infranqueable, una despedida precipitada que se produciría una ronda antes en Alemania 2006, ante Francia.

Sin embargo, el campeonato que mañana inicia la campeona de Europa llega en el mejor momento de su historia. 43 victorias, 3 empates y una sola derrota en los últimos 47 encuentros son los números que avalan a los de Vicente Del Bosque, que se ganaron la plaza mundialista con una histórica clasificación en la que lograron el pleno (diez triunfos en diez partidos).

Este intachable curriculum, unido a un juego combinativo, que ya se ha convertido en 'marca de la casa', ha situado al combinado nacional en la 'pole position' para Sudáfrica. No obstante, lo logrado hasta ahora no garantiza la presencia en la final del 11 de julio y desde la puesta en escena de mañana tendrá que comenzar a traducir su superioridad en resultados, los elogios en victorias y, en definitiva, su sueño en realidad.

CON INIESTA Y SIN TORRES.

A este estreno, España llega tras tres positivos ensayos. Pese a las dudas que crearon las sufridas victorias ante Arabia Saudí (3-2) y Corea del Sur (1-0), el 6-0 a Polonia disipó las desconfianzas en torno al estado físico de los internacionales, después de una larga temporada.

Además, la ausencia de cualquier lesión de importancia es la mejor noticia que han dejado los tres amistosos previos, en contraposición a los problemas que han sufrido otras selecciones. Sólo Andrés Iniesta, con una edema en el muslo derecho, ha mantenido en vilo al seleccionador, pese a que todo indica a que el manchego llegará finalmente a tiempo.

En caso de no poder jugar, algo que está prácticamente descartado, Mata o Pedro cubrirían su hueco en un once que, por lo demás, está claro. Casillas, en portería, Sergio Ramos, Puyol, Piqué, y Capdevila --que parece que le ganará la partida a Arbeloa en el lateral izquierdo--, son fijos en defensa, con Busquets, Xabi Alonso, Xavi y Silva, como acompañantes de Iniesta en el centro del campo.

Arriba, Del Bosque, que afronta su primer Mundial como seleccionador con 25 victorias en 26 partidos dirigidos, apostará por Villa como único punta, antes de que Fernando Torres, ya recuperado de su operación en la rodilla, esté al cien por cien para ser titular. El otro jugador que llegó 'tocado' a la concentración, Cesc Fábregas, también parece que esperará su oportunidad desde el banquillo.

SUIZA, MERMADA POR LAS BAJAS DE FREI Y BEHRAMI.

Enfrente, y tratando de amargar el estreno de España, Suiza, que afronta su novena fase final mundialista intentando superar por primera vez la barrera de octavos, basará sus opciones de dar la sorpresa en una solidez defensiva de la que ya dio cuenta en Alemania 2006, donde fue eliminada en octavos sin encajar un solo gol.

Además, el combinado helvético, que logró el billete hacia Sudáfrica liderando, por delante de Grecia, su grupo europeo, ha hecho más hincapié en este aspecto con la llegada al banquillo, tras la Eurocopa de Austria y Suiza, del alemán Ottmar Hitzfeld, que ha dotado de rocosidad a un equipo al que le falta 'pegada' para estar un escalón por encima.

El experimentado técnico germano confía en una selección de jóvenes talentos --el pasado noviembre Suiza ha sido campeona del mundo sub-17-- acompañados de nombres importantes como los de los centrocampistas Tranquillo Barnetta y Hakan Yakin o el del capitán y goleador Alexander Frei, que se 'perdió' la última Eurocopa tras lesionarse en el primer partido y que mañana será baja por un esguince de tobillo.

Pero ante todo el cuadro suizo es un bloque. Diego Benaglio, portero del Wolfsburgo, aporta garantías y en la defensa todos están pendientes del rendimiento que pueda dar el nuevo central del Fulham y ex del Arsenal Philippe Senderos, que está algo falto de forma.

En el centro del campo, también destaca Valon Behrami, que, con problemas en el muslo, tampoco podrá estar ante España. Arriba, los encargados de llevar el peligro a la meta de Casillas serán Derdiyok (Bayer Leverkusen) y Nkufo (Twente).

España comienza su Mundial ante Suiza