jueves. 28.03.2024

Un estudio elaborado en España concluye que la lipodistrofia --pérdida de grasa o acumulación de ésta en zonas concretas del cuerpo-- agrava el estigma y autoexclusión de personas infectadas con el VIH e influye en la salud psicológica de estos pacientes.

Así lo constata el estudio 'El impacto de la lipodistrofia en la salud psicológica y la experiencia de estigma de las personas con VIH', presentado hoy en el marco del XIII Congreso Nacional sobre el Sida, que se celebra en Santiago de Compostela, elaborado con una muestra de 706 personas de España.

El citado trabajo, según resaltó la coordinadora de la investigación, María José Fuster, de Seisida, revela que un 60 por ciento de las personas con VIH encuestadas afirman que perciben algunos de los efectos de la lipodistrofia; un 35 por ciento tiene una alta percepción de la lipoatrofia y un 25 por ciento de la lipoacumulación.

Además, el estudio, que refleja diferencias entre comunidades autónomas y edad, constata el grado de lipodistrofia que perciben las personas entrevistadas y las dificultades que tienen que afrontar, así como esto afecta o influye en aspectos como la adherencia al tratamiento, la salud psicológica, el estigma y la auto-exclusión.

En cuanto a la discriminación, Fuster comentó que un 30 por ciento de las personas se han visto excluidas en actividades sociales, incluidas familiares. En concreto, el 19 por ciento de los participantes apuntaron verse desplazados en algunas acciones como cocinar o comer en familia.

Esta situación de discriminación también se ha producido en el entorno laboral, uno de cada cuatro; y siete de cada diez en el ámbito sanitario. De hecho, el estudio precisa que uno de cada cinco encuestados afirma que se les ha denegado algún servicio de salud en alguna ocasión.

Asimismo, este estudio pionero presentado en Santiago, apunta que más de un 35% de las personas participantes en el mismo han abandonado el trabajo en alguna ocasión y un 28% de ellas ha decidido no buscar trabajo o no presentarse a una promoción.

También la adherencia al tratamiento es otro de los aspectos analizados. Al respecto, un 40% manifestó tener una dificultad media o alta para tomarse el tratamiento por temor a la lipodistrofia. Seis de cada diez personas con VIH expresan un alto temor a desarrollar este síndrome en el futuro y, de ellos, el 19% ha pensado en abandonar el tratamiento por miedo a desarrollar una lipodistrofia.

DIFERENCIAS POR COMUNIDADES

Los resultados del estudio señalan que el sexo, la edad, el nivel educativo y el grado de apoyo social son variables que influyen en la salud psicológica y la vulnerabilidad frente al estigma y la discriminación.

Por ello, la coordinadora de la investigación resaltó que las mujeres son más vulnerables en todos esos aspectos estudiados, puesto que perciben más las manifestaciones de la lipodistrofia y manifiestan más dificultades de adherencia al tratamiento por este motivo.

María José Fuster comentó que, en cuanto a la percepción de la lipodistrofia, La Rioja es la comunidad española con mayor grado y Murcia, la que menos, situándose Galicia en el grupo de los que más la perciben.

Sobre el bienestar psicológico, el estudio refleja que Baleares y Cantabria son los que "están mejor", según precisó Fuster, mientras que Canarias y La Rioja se sitúan con peor salud psicológica al respecto, mientras que Galicia se coloca en una posición intermedia de la tabla.

En cuanto a la discriminación, Canarias y Castilla-León son las autonomías que más la perciben, mientras que La Rioja, la que menos. La Comunidad gallega, por su parte, se sitúa entre la parte alta de la tabla.

Con todo, Fuster concluyó que se detectó que la percepción de la lipodistrofia aumenta la vulnerabilidad de las personas con VIH, así como su discriminación. "Necesitamos más investigación", recalcó y consideró necesaria también la "reparación" de daños --actualmente en algunas comunidades la cartera sanitaria incluye la reparación facial-- y que las compañías farmacéuticas "hagan un esfuerzo" para desarrollar medicamentos que provoquen menos lipodistrofia.

El médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid Vicente Estrada manifestó que la percepción de este problema por parte de los médicos es "mayor" en la actualidad y la tendencia, según matizó, es a "diagnosticarlo precozmente".

DIAGNÓSTICO TARDÍO

Por otro lado, la presidenta de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (Cesida), Udiárraga García, presentó la campaña 'Elige siempre cara' con la que buscan que las personas con el virus se informen de la lipodistrofia y conozcan sus derechos relativos al acceso a las diferentes técnicas de reparación facial y tratamientos más adecuados, consultando para ello a su médico.

Además de las personas con VIH, la campaña se dirige a la sociedad en general, así como a los profesionales sanitarios y a las administraciones públicas, para que todos implementen medidas con el fin de paliar las consecuencias negativas que el síndrome tiene en personas con Sida. De este modo, García recalcó que se pretende "evitar que provoque un deterioro mayor en su calidad de vida" y que "negocien" el tratamiento con su médico.

Por su lado, el presidente del congreso que se celebra bajo el lema 'Adelántate al Sida', Antonio Antela, subrayó como "uno de los problemas más acuciantes de la epidemia" el diagnóstico tardío, incidiendo en que entre el 35 y 50 por ciento de las personas con VIH saben que lo portan "de forma tardía" y el 30 por ciento de los infectados lo desconocen.

Se estima que desde el inicio de la epidemia del VIH y del Sida, en España se han infectado entre 120.000 y 150.000 personas. En cuanto a la situación del diagnóstico tardío en Galicia, en el marco del congreso precisaron que es similar al del resto de España.

De este modo, las estimaciones señalan que hay unas 7.800 personas con VIH en Galicia, de las que entre un 25 o 30 por ciento no estaría diagnosticada.

Para paliar esta situación, expertos españoles apuestan por estrategias como ofertar de manera universal las pruebas de VIH a todas las personas con vida sexual activa --entre 14 y 65 años-- en las revisiones sanitarias, siendo opción individual someterse a ella o no, según precisó Antonio Antela.

La lipodistrofia agrava el estigma, la autoexclusión y la salud psicológica en personas...