jueves. 28.03.2024

El realizador mallorquín Daniel Monzón aseguró en Valencia que no quiere que el éxito logrado con su película Celda 211 "condicione" sus próximos filmes y se vea impulsado a repetir el género por ese motivo. Por ello, el director se encuentra estos días escribiendo el guión de su siguiente trabajo cinematográfico, una comedia negra ambientada en Inglaterra que no tiene nada que ver con el filme protagonizado por Luis Tosar y Alberto Ammann.

   Monzón realizó declaraciones en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia (UIMP), donde inauguró  un curso sobre este drama carcelario ganador del premio Goya a la Mejor película. El director visita también la ciudad con ocasión del homenaje que le tributa el XXV Festival Internacional de Cine Cinema Jove.  

   Después de ocho meses desde su estreno y de conseguir casi 13 millones de euros de recaudación, el éxito de Celda 211 "supera" a su director. Según el propio Monzón, le sigue sorprendiendo la reacción del público y, en particular, el entusiasmo que le muestran señoras mayores que se acercan a felicitarle por la calle y le dicen que la película les ha parecido muy "bonita". "Este es el último calificativo que yo le pondría a Celda 211", comentó el autor.  

   En su nueva película, Monzón volverá a trabajar con Jorge Guerricaechevarría, guionista de Celda 211 y de otras cintas anteriores dirigidas por él, como La caja Kovak.

   Durante su conferencia para el curso Así se hizo: Celda 211, Monzón explicó todo el proceso de realización de la película, que mañana se estrena en México. Aseguró que el momento de mayor tensión fue cuando le entregó el guión acabado a Luis Tosar, actor en el que siempre pensó cuando creó el personaje de Malamadre. "Si hubiera rechazado el papel me hubiera hundido, pero respondió a las pocas horas aceptando entusiasmado", confesó.

   Agregó que lo más difícil del casting fue encontrar un actor que representara el papel de Juan Olivares, el funcionario de prisiones infiltrado en el motín. Daniel Monzón no quería un rostro conocido, porque le podía restar "realismo a la historia". Al final, el actor elegido fue el argentino Alberto Ammann, un talento desconocido que convenció a todo el equipo desde el primer momento.

   Los asistentes a la conferencia de Daniel Monzón en la UIMP han sido, principalmente, estudiantes universitarios que se encuentran en plena época de exámenes. Consciente de ello, el director de Celda 211 ha revelado un viejo trauma: "los exámenes son los peor que me ha sucedido en la vida. Es de los mayores trances por los que puede pasar un ser humano", admitió Monzón, quien aseguró tener la misma sensación cuando estrena una película.

Daniel Monzón prepara su nueva película