jueves. 28.03.2024

El incendio en la cala de Benirràs, originado el domingo, ha calcinado ya 400 hectáreas de zona natural en esta zona del municipio ibicenco de Sant Joan de Labritja, que podrían aumentar, dada la dificultad que están teniendo los medios aéreos y los técnicos terrestres para controlar las llamas, a causa del viento variable.

En estos momentos, se desconoce cuándo se va a poder controlar el incendio, que amenaza ahora la Cala Xarraca, debido a que las llamas se están desplazando hacia el norte.

De este modo, los 300 efectivos terrestres, de los cuales 103 pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias (UME) no han podido controlar las llamas, pese a haber estado toda la noche trabajando en las labores de extinción, después de que los 12 medios aéreos, entre avionetas y helicópteros, dejaran de sobrevolar la zona la pasada noche, cuando perdieron toda visibilidad.

Así, a primera hora, cuando salieron los primeros rayos del sol, se reincorporaron los tres canadairs, los cinco helicópteros (tres del Ibanat, uno de Emergencias y uno de la Unidad de Emergencias del Ejército), tres aviones del Ibanat de carga en tierra y uno de observación, mientras que se está a la espera de la llegada de dos canadairs más procedentes de la península.

Los bomberos estan teniendo "dificultades" para poder controlar el incendio, debido a que las circunstancias climatológicas "no ayudan", teniendo en cuenta las altas temperaturas que asolan Ibiza y el viento variable, que se prevé que vuelva a cambiar de rumbo al mediodía.

A ello hay que sumar el calor acumulado en los últimos días y el hecho de que el bosque afectado por las llamas es muy joven, al tiempo que los pinos están muy juntos, lo que dificulta la labor de los equipos de extinción.

Las brigadas antiincendios están atacando todos los frentes para evitar que se extiendan las llamas, si bien, de momento, no se puede dar ninguna previsión respecto a cuándo se va a poder controlar el incendio. Por otro lado, no se haya producido ningún herido en las últimas horas, más allá de un bombero que este lunes sufrió un golpe de calor.

La principal hipótesis de este incendio es que se originó tras la explosión accidental de uno de los coches aparcados cerca de la cala de Benirràs, que comenzó a caer por un torrente, incendiando a 23 vehículos más, cuyos neumáticos también explosionaron, como consecuencia del calor causado por las llamas.

El incendio impidió a las 1.500 personas que estaban celebrando la 'fiesta de los tambores' en la cala y bañándose en el mar desalojar la cala a pie, por lo que tuvieron que ser rescatados por barcas en el agua. Desde el Govern advierten de que el incendio no se extinguirá hasta dentro de "uno o dos días".

El incendio de Ibiza sigue descontrolado y ya ha quemado 400 hectareas