viernes. 29.03.2024

La comisión mixta integrada por el Consell de Mallorca y el Govern para tratar el problema de los residuos cárnicos generados en la isla ha resuelto que estos despojos sean trasladados a partir de este miércoles a Lleida con el fin de que sean tratados en un digestor. Dicha comisión también ha acordado que será el Ejecutivo autonómico el que subvencione los 190 euros de más que costará eliminar estos restos por medio de este procedimiento, que supondrá un gasto total de 250 euros por tonelada frente a los 60 euros que pagaban hasta ahora (y que seguirán pagando) los productores.

Así lo ha anunciado el presidente de Baleares, Francesc Antich, quien ha explicado que se trata de una solución "provisional" que se pondrá en marcha de forma "inmediata" a la espera de que ambas administraciones tomen un decisión "definitiva", que se dará a conocer en unos 15 días y que no se podrá aplicar hasta dentro de un año, tiempo que, según ha remarcado, tardará en estar en funcionamiento la solución final, independientemente de que se opte por un digestor, una planta de biogás o un horno crematorio para las islas.

Tras la reunión de la comisión mixta, Antich ha asegurado que los residuos generados en los mataderos mallorquines "ya no irán" a la planta de tratamientos de Llucmajor, cuyos malos olores han provocado en los últimos días las protestas de los vecinos y cuya imposibilidad de tratar más despojos provocó el cierre temporal del matadero de Palma (Carn Illa) el pasado 24 de agosto.

Con la decisión tomada conjuntamente por el Ejecutivo y la institución insular, se acaba, según el presidente del Govern, con la situación de "dificultad" generada en este municipio, derivada a su vez de una problemática que, ha recordado, existe desde hace ocho años. "A partir de ya, Llucmajor no presentará problemas", ha apostillado en este sentido.

El pasado miércoles, el portavoz del grupo popular en el Consell de Mallorca, Jaume Font, ya anunció que su formación presentará una moción en el próximo pleno de la institución para exigir una solución "inmediata" a los problemas derivados de la eliminación de los residuos cárnicos tras el cese momentáneo de la actividad de Carn Illa. En esta línea, remarcó que el conflicto "se arrastra desde hace muchos meses" y que fue Antich quien "se comprometió a resolverlo".

Los residuos cárnicos irán a Lleida