viernes. 29.03.2024

La selección española de fútbol regresó por sus fueros en el primer partido oficial tras la conquista del Mundial de Sudáfrica, y aplicó una sencilla goleada a la débil Liechtenstein (0-4), en un recital que sirve para inaugurar de forma brillante la fase de clasificación para la Eurocopa del año 2012, que se celebrará en Polonia y Ucrania.

El equipo de Del Bosque funciona de memoria. España se nutrió del fútbol más auténtico y desplomó los escasos argumentos del flojo combinado centroeuropeo, que cuenta con seis victorias en el curriculum en toda su historia. España lo tuvo fácil, pero también lo trabajó desde el comienzo.

Los flamantes campeones del mundo hicieron gala de la estrella que lucen en el pecho desde hace algo más de un mes. El fútbol combinativo y de asociación volvió a ser la hoja de ruta del centro del campo, comandado por un sobresaliente Sergi Busquets, quien sigue mandando señales de su sobrada madurez.

El joven catalán ejerció incluso de Xavi, quien fue sustituido en el descanso en lugar de Cesc. Hasta entonces, España se había adelantado muy pronto en el marcador por mediación del '9', de Fernando Torres. El ariete del Liverpool dejó clara que derrocha calidad por los cuatro costados y así lo confirmó en el 0-1.

El fuenlabreño apuró al máximo un pase de Iniesta --el héroe de héroes por todos los tiempos-- y picó con sutileza por encima del portero local. Corría el minuto 18 y España ya había disfrutado de hasta tres ocasiones manifiestas de gol. Villa, apretado por la motivación de igualar a Raúl como máximo goleador, se sumó a la fiesta con el segundo.

El nuevo jugador culé disparó desde 30 metros para colocar el 0-2 y quedarse a un tanto del ariete del Schalke 04. Villa lo intentó de todos las formas durante el resto del choque, pero se quedó muy cerca. "No hay prisa. Es una pena, pero ya llegará", aseguró el asturiano al término del encuentro.

PASE, PASE, PASE...

En la segunda mitad, Del Bosque aprovechó para introducir algunos cambios. Primero para dar descanso a Xavi, segundo para reconocer el gran trabajo de Pedrito, y tercero para compensar la irrechazable aportación de Silva a esta selección, pese a su escasa participación en el pasado Mundial.

Silva es un 'superclase' mundial y bien lo saben en Manchester, donde todavía no se creen poder contar con un jugador de tal calibre. El canario canalizó los balones que nacían en la medular y los ofreció limpios y maquillados a su amigo Villa. Incluso el de Arguineguín cumplió en su cita con el gol.

El canario puso el cuarto de la noche con un fuerte lanzamiento dentro del área y antes, Fernando Torres --tan criticado meses atrás-- evidenció haber dejado en la cuneta todas sus molestias para marcar el segundo de su cuenta particular en idéntica situación a la de Silva.

España ganó, convenció y demostró que es una fuente inagotable de fútbol. Los de Del Bosque pueden lucir con orgullo esa estrella. Una estrella que lucirá en el pecho la selección por los siglos de los siglos. Una estrella que recordará que un día España fue la mejor del mundo, y que de momento... lo sigue siendo.

España golea a Liechtenstein