jueves. 28.03.2024

La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a Jaime G.F a 15 años de prisión tras considerar plenamente probada su autoría criminal en seis delitos de abusos sexuales, cinco de ellos continuados, contra cinco menores en Palma. Se trata de una pena inferior a la solicitada por el Ministerio Fiscal, que pidió una pena de 28 años de cárcel por varios delitos continuados de abusos sexuales y de violación.

Gelabert, de 65 años, que permaneció en prisión preventiva entre septiembre de 2007 y junio 2008, tras lo cual quedó en libertad provisional después de abonar una fianza de 15.000 euros, era, cuando se cometieron los hechos, presidente de la Asociación Cultural Temps d'Oci de la Asociación de Vecinos de Garau-Columnas, y aprovechaba su relación con las niñas que asistían a dicha asociación para ganarse su confianza y posteriormente abusar de ellas.

Las cinco menores, dos de ellas hermanas, nacidas entre los años 1985 y 1997, fueron víctimas de los abusos continuados por parte de Jaime G.F durante varios años, provocando en ellas graves secuelas que han requerido asistencia psicológica. La sentencia considera probado que el condenado realizó tocamientos a las menores, por encima y debajo de la ropa, y sometió a éstas a vejaciones sexuales.

Si bien la Audiencia considera probados los delitos de "abusos sexuales continuados", descarta el de "agresión sexual", puesto que el tribunal "duda" de que Jaime G.F, a la hora de cometer los abusos lo hiciera con violencia o simplemente valiéndose de la "intimidación" a la que sometía a una de las menores, aprovechándose de el carácter "tímido y apocado" de la niña, que no contaba ni con trece años de edad.

Así, la sentencia desgrana que aunque el Fiscal defendió que el agresor impedía "por la fuerza" escapar a la niña, el tribunal "no está seguro" de que esto fuera así. De este modo, en el fallo se estima que aunque la menor podía estar atemorizada, "en casi todas las ocasiones pudo haber evitado que el acusado" abusara de ella, "escapando o simplemente diciéndolo a quienes en ese momento estaban presentes, poniéndose a llorar o a forcejerar", lo que, "sin duda, hubiera puesto en sobreaviso a quienes allí estaban".

Así, el tribunal afirma que, igual que mantienen la Fiscalía y las demás acusaciones, que el relato de las menores ha sido "coherente" durante los tres años transcurridos desde la presentación de las correspondientes denuncias hasta la celebración del juicio, "con ausencia de contradicciones sustanciales". Las madres de las menores, por su parte, jamás exigieron una compensación económica para retirar las denuncias, recoge el fallo.

Los abusos se descubrieron en la fiesta de cumpleaños de una menor que no había sido víctima del procesado, pero aún así contó a las madres de algunas de las niñas los hechos en los que se habían visto envueltas sus compañeras. Así, el tribunal también ha tenido en cuenta a la hora de considerar veraces las versiones de las menores los trastornos psicológicos sufridos, acreditados por los especialistas que las trataron.

La sección segunda de la Audiencia Provincial también ha condenado al procesado al pago de la cantidad total de 8.000 euros a las cinco menores, y le impone la prohibición de acercarse durante siete años a cuatro de ellas, y durante cinco años a la quinta menor abusada, a quien deberá abonar la cuota diaria de seis euros durante 18 meses, además de indemnizarla con cien euros por perjuicios.

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