viernes. 19.04.2024

Marruecos ha impedido hoy la entrada en El Aaiún de cuatro periodistas españoles que intentaron acceder a la ciudad del Sahara Occidental, donde, según ha advertido el Frente Polisario, se vive el "reclamo masivo" de una lucha armada para la que dispone de los "hombres, armas y voluntad suficientes".

El delegado del Polisario en España, Bucharaya Beyin, en una conferencia de prensa celebrada en Madrid, ha sido tajante: "el silencio, la indiferencia y la complicidad" de la comunidad internacional, así como "la ocupación" y la violación de derechos humanos por parte de Marruecos, está obligando a los ciudadanos saharauis a no contemplar más recurso que el de las armas.

Con todo, Beyin ha indicado que con su mensaje no quería incitar a tocar "tambores de guerra", sino a hacer un llamamiento a organismos internacionales para que tengan claro que la única salida pacífica al conflicto radica en la viabilidad del derecho a la autodeterminación, es decir, la convocatoria de un referéndum.

Pero no es ésta la posición que aprecia el Polisario en la comunidad internacional.

El delegado del Frente en España se ha mostrado muy crítico, nuevamente, con el Gobierno marroquí, al que ha acusado de practicar en El Aaiún "limpieza étnica" al ir casa por casa para detener a los jóvenes saharauis, y en general, a todo aquel que pueda denunciar los hechos.

Ha reclamado que los medios de comunicación puedan acudir al Sahara Occidental y hacer su trabajo, y ha pedido que se cumplan las resoluciones de organismos internacionales, todas ellas, ha apuntado, a favor del reconocimiento del pueblo saharaui al referéndum de autodeterminación.

El Polisario, ha dicho, ha agotado ya las vías judiciales, y por ello, en su opinión, empieza a tomar cuerpo una salida, la de la guerra, en cuyo caso, según sus palabras, la organización saharaui contaría con puntuales apoyos en Latinoamérica, en la Unión Africana, pero no del Gobierno español.

Beyin ha recalcado que el Polisario no tiene programada ninguna reunión con representantes del Ejecutivo socialista.

Los saharauis, si no hay otra opción, harán la lucha solos, lo que sea, ha destacado, para impedir que Marruecos, como es su objetivo, acabe con "todo lo relacionado con el Sáhara".

Aunque hoy mismo el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha remarcado que su Gobierno estará satisfecho sólo en el caso de que puedan acceder a El Aaiún todos los periodistas españoles que lo deseen, Marruecos ha impedido hoy el acceso a cuatro informadores -dos redactores y dos fotógrafos.

Según ha explicado a Efe el reportero gráfico de "El Mundo" Alberto Cuellar tras su llegada a Gran Canaria, los informadores no pudieron tan siquiera descender del avión en el que llegaron esta misma mañana a El Aaiún.

Permitir la entrada a periodistas de dos medios escritos era "el primer paso", tal y como ha afirmado Rubalcaba, quien ha insistido en explicar que el Gobierno ha hablado "al más alto nivel" con las autoridades marroquíes para facilitar el trabajo de los reporteros, a los que prohibirles hacer su trabajo resulta "contraproducente".

El ministro de Interior ha reconocido que las relaciones con Marruecos son "muy complejas" y ha defendido el papel del Ejecutivo en el conflicto, ya que organismos internacionales "prestigiosísimos" han hecho lo mismo que España.

Pese a todo, las fricciones entre el PSOE y el PP continúan, hoy de la mano de la secretario general de los populares, María Dolores de Cospedal, y de la responsable de Política Internacional de los socialistas, Elena Valenciano.

La primera ha declarado que la gestión del Gobierno español es "un deshonor" para el país, en tanto que la dirigente socialista ha acusado al PP de abogar por unas relaciones internacionales basadas en los "cañonazos".

No han cesado las críticas al Ejecutivo de activistas prosaharauis, como son los casos del mexicano Antonio Velázquez y la catalana Isabel Terraza, expulsados recientemente del Sahara Occidental.

Han dicho que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, les llamó sólo una vez durante los más de siete días que permanecieron en El Aaiún.

Desde la esfera jurídica, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha adelantado que su departamento estudia una denuncia contra Marruecos presentada por organizaciones de activistas, en tanto que Baltasar Garzón ha opinado que está "fuera de todo límite" el "cierre informativo" de las autoridades del país de Mohammed VI. EFE

El Polisario avisa con ir a la guerra