viernes. 29.03.2024

La historia de Ministry of Sound contada por BBC. En 1991, la sed del Reino Unido por la música para bailar se hacía cada vez más insaciable. En las zonas rurales del sur y en las áreas industriales del norte, se llevaron a cabo a fiestas clandestinas que, con rápidos y repetitivos ritmos, despertaron a toda una generación.

Inspirados en el Paradise Garage de Nueva York, unos jóvenes transformaron un garaje de autobuses que estaba abandonado en el sur de Londres en el primer club británico dedicado a la música electrónica.

Pero ¿cómo llegó a convertirse el Ministry of Sound en una marca multimillonaria?

Hoy en día, el Ministry of Sound es criticado por algunos por ser demasiado comercial. Sin embargo, hace 20 años, este lugar se catapultó como un club alternativo.

Hecho con bloques de cemento con muy poco estilo, el Ministry of Sound distaba mucho de ser como las discotecas deslumbrantes de los años setenta y ochenta.

Su fundador, el disc jockey Justin Berkman señaló que su concepto era: "primero y a un 100%, el sistema de sonido; segundo, las luces y, tercero, el diseño".

Sonido ante todo

Fue precisamente el impresionante sistema de sonido y los pinchadiscos de vanguardia, como Larry Levan, los que atraían noche a noche a los amantes de la fiesta.

Para celebrar su aniversario número veinte, el Ministry exhibe una serie de fotografías inéditas, folletos y carátulas de discos históricas.

De acuerdo con lo que se aprecia en esta exposición, el establecimiento no se autopromovía en lo absoluto.

David Swindells era el editor de la sección de vida nocturna de la revista británica Time Out y recuerda haberle preguntado a sus propietarios si querían que el sitio estuviese en la lista de la publicación.

"No querían. Ellos sólo hacían su publicidad a través de los volantes que repartían después de cada sesión nocturna. Evidentemente, ahora es muy diferente", dijo con una irónica sonrisa.

Amor por la música

Actualmente, el Ministry of Sound es una marca reconocida internacionalmente y goza de un volumen de facturación que se acerca a los US$170 millones.

A la cabeza de la generación de ganancias está el sello discográfico que se creó en 1995 y que se encargó de la compilación de algunas de las mejores piezas bailables del año: The Annual.

Hoy en día es el principal sello discográfico independiente del mundo. Su nivel de ventas supera los cinco millones de discos anuales.

Duncan Collins e Iain Hagger, directores del Ministry, insisten en que el sello discográfico no formaba parte de una estrategia corporativa ambiciosa.

"Fue el fruto del amor genuino por la música tecno", señaló Collins. "Fue puro y auténtico".

En la compilación de piezas se incluyeron temas producidos por otros clubes. Ahora, el Ministry genera su propio talento a través de un programa de desarrollo de músicos.

Por ejemplo, entre los nuevos artistas que la compañía apoya están Yasmin y Wretch 32, que ya han demostrado su éxito en las listas de hits musicales de la temporada.

Diversificación

En 1996, el Ministry abrió su propia estación de radio. A eso le siguió, dos años después, una revista.

El 31 de diciembre de 2001, organizó su evento más ambicioso. Con la asistencia de 55.000 personas, el Ministry llenó el Millennium Dome de Londres.

"Ese fue uno de nuestros principales logros", dijo Collins.

En 2006, la compañía adquirió el sello discográfico Hed Kandi, que también vende fragancias y ropa y cuenta con su propia cadena de bares en todo el mundo.

Sydney, Ibiza y Kuala Lumpur cuentan con clubes de Ministry of Sound.

La compañía que vende DVDs e incluso su propio vodka, ahora promociona todo un estilo de vida que tiene una audiencia global.

Aunque algunos afirman que la pasión por las noches interminables de música tecno ya murió y por ende el reinado del Ministry of Sound, otros señalan que la compañía se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos.

Ha probado que se puede subir a la ola de las nuevas tendencias con éxito.

Sin embargo, haberse convertido en una máquina de hacer dinero ha desanimado a algunos de sus seguidores más fervientes.

20 años de Ministry of Sound