jueves. 28.03.2024

Podría ser la mejor explicación para la adicción que pueden llegar a producir Twitter o Facebook. Un científico asegura que al usar redes sociales, el cerebro produce Oxitocina (llamada en ocasiones hormona del cariño o la felicidad) en las mismas cantidades que se producen con caricias tales como besos o abrazos.

De esta forma, "utilizar redes sociales produce placer", según el estudio realizado por un profesor de la Universidad de Claremont, el Doctor Paul J. Zak. El trabajo fue realizado analizando muestras de sangre tomadas antes y después de utilizar las redes sociales Facebook y Twitter.

Las muestras señalaron niveles de hormonas más altos de la llamada "hormona del cariño", mientras se utilizaban las redes sociales mientras que los niveles de hormonas del estrés se redujeron.

El experimento inicial de Zak fue diseñado para examinar el papel de la hormona en la emoción humana y la percepción. Durante el transcurso de ese estudio, el doctor encontró que las personas con mayores niveles de Oxitocina eran más propensas a donar a la caridad y responder positivamente a los anuncios de servicio público.

Al informar sobre el estudio, el reportero de 'FastCompany' Adam Penenberg se ofreció como cobaya humana al estudio para examinar su propia sangre antes y después de contactar con sus amigos en Facebook y Twitter a través de Tweetdeck, según informa geek.com.

Los resultados del estudio demostraron que los niveles de Oxitocina en Penenberg se dispararon más de 13 por ciento después de que él empezara a hablar con sus amigos en las redes sociales, y su 'cortisol' (una hormona relacionada con el estrés) se redujera en casi un 11 por ciento.

Este estudio se presentó durante una actividad organizada en la Universidad de Maryland llamada 'Un día sin los medios de comunicación' para aumentar la conciencia sobre la adicción. Las críticas fueron múltiples ya que el estudio se centra sólo en un sólo sujeto: su propio autor.

A pesar de ello, el estudio puede hacer entender que la adicción que producen las redes sociales son un proceso íntegramente fisiológico. Lo que sería bueno demostrar, o mejor dicho prever, es si esa adicción puede desencadenar una enfermedad o un futuro sin relaciones sociales físicas.

Utilizar Twitter o Facebook libera la misma hormona que los besos y abrazos