jueves. 28.03.2024

“Hoy, por primera vez después de más de trescientos años, hemos osado reunirnos para reconocer la gravísima injusticia cometida con aquellos mallorquines que fueron acusados, perseguidos, encausados y condenados a muerte por su fe y sus creencias”, con estas palabras el presidente de las Islas Baleares, Francesc Antich, ha cerrado el acto público que ha tenido lugar en el patio del Consulat de Mar en memoria de unas víctimas injustamente olvidadas: los treinta y siete conversos judíos, asesinados por la Inquisición española en Mallorca durante los actos de fe del año 1691. El presidente también ha expresado, por primera vez desde una institución pública, la “solidaridad a sus descendentes” y ha repudiado “la marginación y el acoso de que han sido víctimas por el solo hecho de llevar uno de los quince linajes de aquellos que fueron condenados por la Inquisición”.

El 1691 fueran condenados ochenta y dos xuetes mallorquines por el único delito de practicar a escondidas la fe de sus padres: el judaísmo. Casi la mitad de estos xuetes murieron a garrote vil y posteriormente fueron quemados a la hoguera; tres de ellos, pero, fueron quemados vivos: el rabino Rafel Valls Major y los hermanos Caterina Tarongí y Rafel Benet Tarongí. El rabí mallorquín Nissan Bien Avraham ha sido el encargado de leer los nombres de los treinta y siete asesinados en los actos de fe de 1691, una muestra “bastante representativa, de los centenares de condenados por judaísmo a lo largo de tres siglos en Mallorca”.

En el acto también ha intervenido una descendente de judíos conversos, Aina Aguiló, que ha expresado la necesidad de recuperar la memoria porque ha dicho que “el olvido es la injusticia” y, por lo tanto, se trata de “dejar hablar el sufrimiento, que es el principio de toda verdad”. A continuación se ha escuchado la oración Kadish (plegaria en memoria de los muertos), que ha pronunciado Josep Wallis, Valls, rabino de Israel y descendente del también rabino Rafel Valls que fue quemado a los actos de fe de 1691. También se han escuchado unas palabras de agradecimiento del fundador y presidente de Shavei Israel, Michael Freund, asociación que propuso el acto al Govern.

De los cuatro actos de fe celebrados en Mallorca el 1691, en el primero, el de día 7 de marzo, no hubo ningún asesinado; en el segundo, celebrado el 1 de mayo, hubo 21 muertos; en el tercero, celebrado el 6 de mayo, 13 muertos, y en el cuarto, del 2 de junio, 3 muertos. El jesuita Francesc Garau publicó La Fe Triunfante en cuatro autos de fe celebrados en Mallorca por ocho reos, y de treinta y siete condenados sólo hubo tres pertinaces, que explica precisamente los cuatro actas de fe, con la intención de que marcasen un ejemplo para no se repitieran nuevos casos de judaísmo. Sin duda este ha sido uno de los títulos más polémicos de la historia de Mallorca.

Además del Gobierno de las Islas Baleares, también han participado en la organización de este acto de justicia las asociaciones siguientes: Shavei Israel; Comunitat Jueva de les Illes Balears; Institut de Relacions Culturals Balears Israel; Arca. Llegat Jueu; Memòria del Carrer; Segell, revista d’història i cultura jueves, y Tarbut Cultura Jueva Mallorca. El presidente ha agradecido a estas entidades el trabajo que hacen para “recuperar la memoria colectiva, reivindicar la herencia judía y dar a conocer la historia de los xuetes”.

Antich ha cerrado su discurso recordando una vez más que el que se pretendía con este memorial era “hacer justicia”. “La memoria abre heridas pero también ayuda a hacer justicia”, y hay añadido: “sin memoria no hay reconciliación posible”.

El acto se ha cerrado con un concierto a cargo del Sexteto de la Orquesta Sinfónica de Baleares “Ciutat de Palma” y una suelta de palomas.

Homenaje a los "xuetes" asesinados por la Iglesia católica