La Fiscalía Anticorrupción afirma que "absolutamente" todos los expedientes de contratación tramitados por el Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) con Cardona de Conseller y Matas de President fueron simulados a fin de que los fondos de esta empresa pública finalizasen en las cuentas del entonces conseller Josep Joan Cardona y otros acusados.
Los 133 contratos impulsados por el Consorcio y las numerosas facturas halladas sin justificación alguna que las ampare fueron la pieza "fundamental" del "engranaje" ideado por los imputados para lucrarse y tienen su origen "en un acto ilegal y arbitrario" efectuado al margen de la Ley.
La acusación pública solicita para los 18 acusados de esta causa un total de 115 años y medio de prisión así como elevadas indemnizaciones. Las penas de cárcel más elevadas las pide para Cardona, ex conseller de Comercio, Industria y Energía (21 años) y el ex director general de Promoción Industrial, Kurt Viaene (20 años).
El escrito asevera que en todos los expedientes de contratación es Cardona quien acuerda su inicio y quien resuelve la adjudicación a determinadas empresas, que habían sido creadas al efecto y que eran controladas por los principales acusados a través de presuntos testaferros.
Los fiscales anticorrupción Pedro Horrach y Juan Carrau sostienen que las irregularidades cometidas se hacían patentes cuando de forma constante se utilizaba el procedimiento negociado sin publicidad para contratos superiores a 30.000 euros.
El primer paso para que Cardona pudiera liderar esta trama y, junto a Viaene y Ordinas, apoderarse de los fondos públicos, fue la creación de una estructura jerárquica que hiciera posible el desvío, y a partir de ahí organizar la asistencia del CDEIB a todas las ferias y eventos posibles así como contratar cientos de estudios e informes cuyo contenido era inútil a efectos de interés público.
Los fiscales explican cómo Ordinas alteró facturas de compras que había realizado en China modificando el importe y remitiéndolas al Consorcio para su abono; y cómo Cardona, Viaene, Ordinas y los empresarios Felipe Ferré y Arnaldus Van Den Hurk se apropiaron de fondos de la empresa para realizar viajes particulares a China en busca de oportunidades de negocio para provecho propio.