viernes. 19.04.2024

Agentes de la Policía Nacional adscritos a la UCRIF de la Brigada provincial de Extranjería y Documentación han llevado a cabo una operación policial contra la Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual, que se ha saldado con la detención de cinco personas, Alexandro A. georgiano de 48 años de edad, Aleksejs R. letón de 32 años de edad, Olga R. esposa del anterior e igualmente letona de 25 años de edad; Fernando C. de guinea Bissau de 50 años de edad y Felipe M. español de 30 años, quienes han pasado a disposición judicial como presuntos autores de un delito de Trata de seres humanos con fines de explotación sexual y otro de pertenencia a Grupo Criminal y además dos de ellos también como presuntos autores de abusos sexuales.

La investigación se inicia cuando una mujer “Valeria” (nombre ficticio) se presentó en la Jefatura Superior de Policía para denunciar el haber sido captada a través de Internet mediante unos anuncios en los que se prometía un estupendo puesto de trabajo como bailarina de Strip-tease en prestigiosos clubs de Mallorca, donde podría ganar hasta 1500€ semanales tan solo por bailar, informando expresamente algunos de estos anuncios que dicho trabajo no requería mantener relaciones sexuales con los clientes, prometiéndole además alojamiento en un apartamento de playa por un precio muy reducido.

Las condiciones para optar a tan generosa oferta eran muy simples: Tener entre 18 y 30 años de edad, aspecto agradable, unos conocimientos mínimos de inglés, deseo de trabajar y de ganar dinero. Tras contactar “Valeria con “Alexei” (Aleksejs) a través de la dirección de correo y teléfono facilitados en los anuncios, y aceptar el trabajo, viaja hasta Mallorca aceptando como anticipo el pasaje de avión.

Una vez en Mallorca “Valeria” se encuentra con “Alexei” y con un amigo de este al que presentó como “Alex” (Alexandro), ambos la trasladan hasta un chalet de la zona de Calvia, donde estuvo residiendo durante algún tiempo en compañía de “Alex”, sin que comenzase a trabajar en club alguno y viéndose presionada por “Alexei” para mantener relaciones sexuales con él. Igualmente se vio en la necesidad de pedir dinero a su familia ya que la persona que le había traído a Mallorca, no solo no le daba dinero alguno, sino que le escatimaba incluso la comida, siendo cada día más precaria su situación.

Al cabo de un tiempo, “Alexei”, le ofrece su primer trabajo como bailarina en un club de Calvia donde apenas entraban clientes y de la escasa cantidad de dinero que ganaba bailando “Alexei” se quedaba con la mayor parte. Posteriormente es llevada a un segundo club donde le presentan a Fernando propietario del mismo y que antes de contratarla le pide que le haga en privado un “Lapdance” (baile erótico) el cual termina con una relación sexual a la que se siente presionada a aceptar dada su frágil situación.

Antes de trabajar en este nuevo club “Valeria” fue alojada en un apartamento facilitado por “Felipe”, empleado a sueldo de “Fernando” por el que en un principio le iban a cobrar 400€ al mes, si bien al cabo de un tiempo y cuando ella estaba asfixiada económicamente, le suben el alquiler a 1300€ al mes.

Según manifiesta “Valeria”, durante todo este tiempo todos ellos, “Alexei”, “Alex” y “Fernando” le decían constantemente que si quería ganar dinero de verdad tenía que mantener relaciones sexuales con los clientes, que por esto si que se pagaba mucho dinero y no por bailar, llegando a pensar “Valeria” que el verdadero negocio de ellos era el traer a Mallorca a chicas de países de Europa del Este o de la ex U.R.S.S. con falsas promesas de trabajo como bailarina, para dedicarlas a la prostitución tras un proceso de desgaste económico y psicológico que les dejara sin posibilidad de elegir más opción que aceptar este tipo de actividad.

Por parte de la UCRIF, se continúan las investigaciones, por si se pudieran detectar más casos.

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