El portavoz popular en el Ayuntamiento de Palma, Julio Martínez, ha informado de la situación heredada después del cambio de gobierno producido a elecciones municipales. Desde el inicio, el actual equipo de gobierno ha encontrado una grave situación económica en el Ayuntamiento, con una deuda municipal que se ha duplicado en cuatro años y una deuda con proveedores que se ha multiplicado por cuatro durante la última legislatura.
El teniente de alcalde de Economía y Hacienda, Julio Martinez ha asegurado que “nos hemos encontrado con un incremento abismal de la deuda, tanto con los bancos como con los proveedores municipales, una realidad heredada crítica, fruto de una política irresponsable e imprudente”. Esta situación “limita la gestión económica del actual gobierno municipal y reduce el margen de maniobra que el gobierno tiene a corto plazo, de las iniciativas que se dijeron que pondrían en marcha para hacer frente a las necesidades de la ciudad y dar respuesta a los ciudadanos”.
Hace tres años que el actual equipo de gobierno denunciaba de forma reiterada que existía un déficit importante en el Ayuntamiento, causado por la gestión del anterior equipo de gobierno. También demandaba insistentemente medidas de austeridad y priorizar el gasto municipal.
Este déficit ha sido causado por la bajada en la recaudación de los ingresos municipales, principalmente los afectados por la crisis del sector de la construcción e inmobiliario, “agravado por la política del anterior equipo de gobierno, fruto de una política irresponsable e imprudente”, ha explicado Martínez.
La deuda bancaria ha pasado de 128.179.150 euros en 2007 a 253.766.340 euros en 2011.
El endeudamiento bancario actual del Ayuntamiento y las empresas municipales es de 441,7 millones de euros. Esto supone un incremento de un 58% respecto del año 2007, cuando la deuda bancaria era de 278,9 millones de euros. La total deuda total del Ayuntamiento y las empresas municipales es de 441.745.663 euros.
Incremento de la deuda con proveedores del Ayuntamiento: se ha multiplicado por cuatro
La situación negativa reduce a corto plazo el margen de maniobra de las iniciativas que el nuevo equipo de gobierno tiene que promover para hacer frente a las necesidades de la ciudad y dar respuesta a las demandas de los ciudadanos de Palma.
Las facturas pendientes de pagar con los proveedores del Ayuntamiento según datos del departamento financiero municipal a fecha del cambio de Gobierno son de 154,7 millones de euros.
Al inicio de la anterior legislatura 2007-2011 la deuda con los proveedores era de 37,4 millones de euros.
Esta deuda perjudica gravemente la economía de las empresas, que hace tiempos que no cobran el que los corresponde. Esto no permite dinamizar la economía y perjudica la creación de ocupación.
Déficit del presupuesto prorrogado
El déficit del actual presupuesto prorrogado, (diferencia entre ingresos de 2011 y gasto comprometa para este año) asciende a 51 millones de euros.
El equipo de gobierno trabaja para reducir este déficit de 2011. Se ha empezado con la reducción de un 50% de altos cargos, la eliminación de los dinamizadores lingüísticos, la optimización de los servicios de mantenimiento y limpieza, la optimización de los recursos humanos municipales evitando los estudios externos, y, en general, la austeridad inspira todas las decisiones del gobierno que encabeza Mateu Isern.
Pero el equipo de gobierno se encuentra con la limitación de que el margen a corto plazo es pequeño, puesto que prácticamente está comprometido el presupuesto de gastos al 85%. Además, la normativa presupuestaria limita las posibilidades de recurrir al endeudamiento para financiar este déficit del presupuesto prorrogado.
Estado de la tesorería
Cuando empezó el anterior equipo de gobierno, en el mandato 2007-2011 había una situación de superávit de tesorería, es decir, el efectivo que había a las cuentas corrientes y el previsto para ingresar a lo largo de 2007 cubrían los gastos previstos a corto plazo, sin necesidad de pedir dinero a los bancos. No existían polizas de crédito.
La situación ahora es totalmente diferente: la previsión del plan de tesorería por el segundo semestre del año, frente los pagos asumidos por el anterior equipo de gobierno, y los cobros estimados, es de unas necesidades de liquidez de 131 millones de euros. Esta es la diferencia entre los pagos de 240 millones de euros y los cobros de 109 millones de euros.
