viernes. 29.03.2024

La mayoría de Sindicatos del Sector Sanitario muestran su más firme y enérgico rechazo a la implantación del modelo “Alcira” en los Hospitales del IB-Salut, un modelo de gestión basado en la obtención de beneficios económicos por parte de empresas privadas, en base a la gestión de servicios públicos básicos para los ciudadanos.

A medida que se van conociendo las líneas maestras del recientemente aprobado plan de saneamiento que el Govern presentó a la Vicepresidenta Económica, Elena Salgado, la mayoría de Sindicatos del Sector Sanitario confirman sus temores, cuando en contraposición a las manifestaciones públicas de destacados miembros del actual Govern, manifestando que no se haría ningún recorte en las prestaciones sanitarias, el propio plan de saneamiento económico asume la imposibilidad de realizar un ajuste (100 millones de euros) en el presupuesto sanitario sin suprimir servicios básicos, tal como advertían las organizaciones sindicales.

A pesar de las declaraciones de la Consellera de Salut, Família i Benestar Social, Carmen Castro, que públicamente se marcaba como premisa contar siempre con la opinión de los profesionales, que son los que conocen de primera mano la realidad del ámbito sanitario, las medidas de ajuste se apoyan única y exclusivamente en criterios económicos, sin tener en cuenta a los profesionales y usuarios del Servei de salut.

Para los sindicatos imponer medidas de ahorro basadas únicamente en suprimir personal y prestaciones sanitarias o privatizar servicios públicos, sin tener en consideración el alcance y las consecuencias que puedan tener sobre los profesionales y los usuarios de nuestra Comunidad Autónoma, puede terminar resultando más costoso, dramático y de irreparables consecuencias.

CSI-F, CCOO, UGT y USAE creen que Bauzá debería de acabar con las contradicciones y los desmentidos entre los miembros del propio equipo de Govern sobre las medidas de ajuste, definir y hacer públicas de una vez por todas sus propuestas en el ámbito sanitario y buscar el máximo consenso posible para aplicar cualquier medida que afecte a los trabajadores o a las prestaciones sanitarias que Servei de Salut ofrece a la ciudadanía.

De momento, concluyen los sindicatos, el panorama en la sistema sanitario de baleares es desolador, reducción de plantillas, cierre de servicios básicos para la comunidad, privatización de servicios públicos, venta de patrimonio, y se preguntan ¿Qué queda de las promesas electorales?

Los Sindicatos confirman sus peores presagios para la sanidad pública de Baleares