La Asociación de Productores de Porcino de PIMEM alerta de que a finales de año habrán desaparecido un 30% de las explotaciones, sobre todo por la competencia de la carne de cerdo procedente de la Península, más barata, pero de peor calidad. “Calculamos entre 8.000 y 9.000 las cerdas que existen en Mallorca, y creo que al finalizar el año habrá 3.000 cerdas menos. Es insoportable el sostenimiento”, dice Mestre. A ello se añade la competencia del producto porcino que procede de la Península, de menor calidad y con precios más bajos. Además, dice Mestre que el precio del cereal se ha doblado en dos años, y que el sector se ha sentido olvidado por parte del Govern en los últimos años.
La marca PMS, en su tramo final
No obstante, no todo son malas noticias para el sector, ya que la Conselleria de Agricultura notificó a la Asociación, hace unos días, un informe favorable al Reglamento de la marca de garantía Porc Mallorquí Selecte, (PMS), que pertenece a la Asociación de Productores de Porcino de PIMEM, y que servirá para diferenciar exclusivamente la carne de porcino que cumpla con las condiciones de producción, sacrificio y comercialización que establece el citado reglamento. Según éste, “podrán criar animales destinados a la producción de carne de cerdo de la marca PMS sólo aquellas explotaciones ganaderas autorizadas previamente por el titular de la marca, y que cumplan con los requisitos que establece el reglamento”. Estas explotaciones deberán estar inscritas en el registro de explotaciones ganaderas de las Illes Balears. A falta sólo de la certificación del IBABSA, la comunidad de Balears contará con un nuevo producto local de calidad, el Porc Mallorquí Selecte.
