viernes. 29.03.2024

El GOB ha remitido un escrito a la Dirección general de Medio ambiente de la Comisión Europea en el cual se denuncia el incumplimiento, por parte de las autoridades españolas, de los compromisos de protección que establece la Directiva 92/43/CEE (directiva de hábitats) para los espacios designados como Lugares de Interés Comunitario (LIC) para proteger praderas de posidonia.

La Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres tiene por objetivo contribuir a garantizar la biodiversidad en el territorio europeo de los estados miembro de la UE. Por eso se creó una red europea de espacios naturales (Natura 2000) formada por lugares designados por los diferentes estados en función de los valores ecológicos.

Las praderas de posidonia son la principal comunidad biológica del litoral mediterráneo debido a sus altos niveles de productividad, elevada biodiversidad e importancia en la protección y estabilidad de la línea de costa. Forman un ecosistema maduro, atrapando el sedimento y contribuyendo, así, a la transparencia del medio acuático, oxigenan las aguas, atraen a numerosas especies animales y vegetales constituyendo las áreas de posta y crecimiento para muchas de ellas, frenan la erosión de las playas, protegen los sistemas playa-duna y, para el caso de las Islas Baleares, además son la principal fuente de generación de de arena.

A causa de estos valores, y para satisfacer la obligación de aportar espacios a la red Natura 2000, las autoridades baleares propusieron a la Comisión Europea la protección de 15 zonas marinas para garantizar la protección de las más importantes praderas de posidonia, un hábitat de protección prioritaria según la Directiva. La lista propuesta las Lugares de Interés Comunitario (LIC) fue aceptada por la Comisión Europea el 19 de julio de 2006.

Se han incumplido los compromisos de protección

La Directiva establece a su artículo 6 que “Los Estados miembros adoptarán las medidas apropiadas para evitar, a las zonas especiales de conservación, el deterioro de los hábitats naturales y de los hábitats de especies, así como las alteraciones que repercutan en las especies que hayan motivado la designación de las zonas, en la medida en que estas alteraciones puedan tener un efecto apreciable en cuanto a los objetivos de la presente Directiva.”

Desde el GOB consideran que las autoridades baleares han incumplido esta responsabilidad. El fondeo de embarcaciones, la acción de anclas y cadenas, ha sido constatado y reconocido como uno de los principales impactos actuales sobre las praderas de posidonia en las Islas Baleares. Sus efectos son rápidos y altamente destructivos, y en el mejor de los casos la recuperación de la zona afectada será muy lenta. Recientemente el GEN-GOB Ibiza ha denunciado ante la Fiscalía un caso muy impactante en el Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera, en el cual se ha evaluado que en un solo día de fondeo del barco Turama se destruyeron unos 10.000 m2 de pradera. Pero este caso no es más que un ejemplo muy espectacular de una situación que por desgracia se produce de forma generalizada por parte de embarcaciones pequeñas y medianas, tanto en espacios protegidos como en el resto de áreas del litoral balear pobladas por posidonia.

Esta situación está causada, en opinión del GOB, por la falta de una regulación normativa clara, estricta y aplicable, y por la falta de suficiente vigilancia e información, responsabilidades de la administración competente que en este caso es la Conselleria de Agricultura, Medio ambiente y Territorio del Govern.

En cuanto a la normativa, no se dispone de una regulación que prohíba claramente y a todos los efectos el fondeo sobre praderas de posidonia. En los planes de gestión de los LIC que elaboró el Govern, se establece que se tiene que evitar “en lo posible” el fondeo sobre posidonia. La Ley 42/2007, del patrimonio natural y de la biodiversidad, fija la prohibición de destruir esta especie intencionadamente, pero no prohíbe de forma general el fondeo sobre ella, ni su destrucción si no hay intencionalidad. Es evidente que resulta complicado establecer y aplicar la prohibición general del fondeo sobre posidonia, puesto que el navegante puede excusarse fácilmente en el insuficiente conocimiento sobre la presencia o no de la comunidad en el fondo sobre el cual se ha anclado.

Así las cosas, probablemente la prohibición efectiva del fondeo sobre posidonia se tendría que abordar mediante la zonificación y señalización, además de la necesaria información y vigilancia.

En cuanto a la vigilancia, es evidente que hasta ahora ha habido una carencia de intervención por parte de la administración competente para vigilar e informar del impacto del fondeo sobre posidonia. Según ha podido saber el GOB, sólo se ha contado con servicio de vigilancia e información marítima para evitar el fondeo sobre posidonia en los espacios que disfrutan de figuras de protección de alto nivel (parque natural, parque nacional, reserva marina) y por lo tanto ya disponen de planificación y personal propios por estos trabajos, mientras en el resto de LICs el control no ha existido. Ante la denuncia pública del escandaloso caso de destrucción de posidonia en Formentera, y después de unas declaraciones bastante irresponsables del Conseller de Medio ambiente, posteriormente el Govern habilitó extraordinariamente el pasado 19 de agosto un servicio de vigilancia e información, si bien está previsto que deje de estar operativo a partir del 18 de septiembre.

Entre los años 2001-2006, el Govern recibió financiación comunitaria (2,977,698 €) para desarrollar el proyecto LIFE-Posidonia, que pretendía avanzar en la conservación de las áreas más importantes por esta especie a las Islas. Lamentablemente parece que una vez finalizado el proyecto no ha habido la suficiente voluntad política para aprovechar el empujón y seguir avanzando en la protección de los espacios LIC declarados específicamente para conservar la posidonia.

El GOB denuncia al Govern ante la Comisión Europea por no proteger la posidonia