viernes. 29.03.2024

El pasado 15 de marzo, el Govern presentaba el Pla Natura 2015 elaborado por la empresa pública Espacios de Natura Balear (ENB), “con los objetivos de crear un modelo sostenible que permita mejorar constantemente el mantenimiento y la conservación de los espacios naturales; dinamizar la oferta y darle más calidad; aumentar el número de visitantes; posicionar este producto dentro de la estrategia de promoción turística del Govern; ayudar al desarrollo socioeconómico de los municipios del entorno, y fomentar que participe el sector privado.”

Entre las actuaciones marcadas para desarrollar este Plan, se han previsto a corto plazo la reforma de la web, el fomento de la presencia a las redes sociales, las aplicaciones para teléfonos móviles, el fomento de las actividades de uso público y educación ambiental, la mejora de la accesibilidad para personas con movilidad reducida y el incremento del merchandising disponible. En opinión del GOB, todas estas actuaciones planteadas son en principio positivas y pueden contribuir a incrementar la calidad de nuestros espacios protegidos.

Al otro lado de la balanza, pero, el Pla prevé también “crear productos especiales para que los visitantes puedan disfrutar de experiencias singulares, abrir los espacios naturales y las instalaciones para otras actividades con el objetivo de integrar el uso con varios ámbitos de la vida social (presentaciones y actividades de ámbito cultural, actividades de entrenamiento y formación, filmaciones de películas o anuncios, actividades deportivas, etc.).” Para poner ejemplos en este sentido, incluso se ha hablado de la posibilidad de hacer conciertos en el Parque Nacional de Cabrera, cenas “a la fresca” en el Parque Natural de s'Albufera de Mallorca, actividades de coaching, presentación de vehículos, ....

Desde el GOB observan con preocupación este planteamiento que pretende facilitar a los espacios protegidos la realización de actividades comerciales, turísticas, deportivas o de ocio que no son apropiadas, que se pueden realizar perfectamente a otros lugares sin afectar la calidad ambientales de los parques y reservas naturales, y que pueden contribuir a su banalización, degradación ambiental y afectación negativa a suyo patrimonio natural.

Además, esta pretensión de potenciar el uso público generalista y abrir las puertas a la iniciativa privada para la realización de actividades nada ligadas a la conservación de los espacios se añade a una drástica reducción de la inversión pública en su conservación. Así, el presupuesto de Espacios de Natura Balear se ha reducido un 31,57% en relación al presupuesto aprobado en 2010 (en 2011 se prorrogaron los presupuestos).

Recordar que en 2010 el presupuesto de Espacios de Natura se incrementó sensiblemente por el traspaso del Parque Nacional de Cabrera, hasta entonces gestionado por el Ministerio de Medio ambiente, y que por lo tanto en 2012 se gestionará el mismo patrimonio que en 2010 pero con un presupuesto muy inferior, de un nivel similar al que se tenía antes de gestionar Cabrera.

En cuanto a inversión pública en los parques y reservas, dedicada a “la gestión y mantenimiento de los espacios naturales protegidos según la aplicación de sus planes anuales”, la caída es del 85,09%, pasando de 901.147 € en 2010 a sólo 134.381 € en 2012.

Ante esto, el GOB considera que el cóctel resultante de la menor dedicación de recursos públicos para la conservación sumada a la potenciación del uso comercial, turístico y lúdico puede ser fatal, y puede resultar en una pérdida de calidad ambiental de nuestros espacios naturales más valiosos.

Desde el GOB se recuerda que los poder públicos tienen la obligación constitucional de velar “por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente”. Igualmente el Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares establece que “los poderes públicos de la comunidad autónoma tienen que velar por la defensa y la protección de la naturaleza, del territorio, del medio ambiente y del paisaje”. Insistiendo en este sentido, de responsabilidad, custodia y restauración de los recursos naturales, la Ley 42/2007 de conservación del patrimonio natural indica que las administraciones públicas “identificarán y, dentro de lo posible, eliminarán o modificarán los incentivos contrarios a la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad.” Mucho nos tememos que no sea precisamente esta las directriz que en estos momentos marca la gestión de nuestros espacios naturales. concluyen desde el GOB.

El GOB se muestra muy preocupado por el futuro de nuestros espacios naturales “protegidos”