viernes. 29.03.2024

El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española en el primer trimestre de 2012 ha registrado un decrecimiento del 0,3% respecto al trimestre anterior, tasa similar a la estimada en el período precedente.

En términos interanuales, la tasa de crecimiento del PIB es del –0,4%, siete décimas menos que en el período precedente, fruto de una mayor contracción de la demanda nacional y de una contribución menos positiva del sector exterior.

Por lo que se refiere al entorno europeo, tanto la Unión Europea en su conjunto como la Eurozona registraron crecimientos nulos (0,0%) con respecto al trimestre precedente.

Atendiendo al comportamiento de las principales economías europeas, Alemania (0,5%) y Austria (0,2%) registraron crecimientos positivos, Francia, crecimiento nulo (0,0%) y el resto experimentaron descensos en su PIB, más contenidos en el caso de Holanda (–0,2%), Reino Unido (–0,2%) o España (–0,3%) y de mayor intensidad en el caso de Italia (–0,8%).

El crecimiento interanual del PIB español en el primer trimestre de 2012, analizado desde la óptica del gasto, determina una contribución más negativa de la demanda nacional, que alcanza los –3,2 puntos, frente a los –2,9 puntos del trimestre precedente y, asimismo, una aportación positiva de la demanda externa, que alcanza los 2,8 puntos, cuatro décimas menos que la registrada en el período anterior.

Demanda nacional

La contribución más negativa de la demanda nacional a la actividad agregada en este trimestre es consecuencia exclusiva de la intensificación de la contracción de la inversión en capital fijo, ya que el gasto en consumo final, de manera agregada, mantiene su tasa de crecimiento igual a la del trimestre precedente.

El gasto en consumo final de los hogares reduce medio punto su crecimiento negativo, del –1,1% al –0,6%. Atendiendo a los distintos componentes del gasto, el consumo de servicios presenta tasas de crecimiento positivas aunque menores que las del período anterior. Por el contrario, el consumo de bienes continúa registrando tasas negativas, si bien, en el caso de los bienes duraderos y semiduraderos, se observa un cierto repunte en este trimestre, hecho que determina el comportamiento global del agregado.

Asimismo, la remuneración de los asalariados, principal recurso de los hogares, ha aumentado su contracción hasta el –3,3%, lo que determina una reducción de la tasa de ahorro de aquellos.

El gasto en consumo final de las Administraciones Públicas se contrae en un punto y seis décimas hasta el –5,2%. A este resultado ha contribuido especialmente el descenso en el total de compras de bienes y servicios realizadas por estas administraciones (en el entorno del 13%). Por su parte, la remuneración de asalariados descendió también, pero mucho más moderadamente (en el entorno del 1%).

La formación bruta de capital fijo aumenta su decrecimiento en dos puntos en este trimestre, pasando del –6,2% al –8,2%. Atendiendo a los distintos tipos de activos, los materiales presentan una caída mayor que la del agregado (del –6,5% al –8,8%), con descensos más acusados en el caso de los bienes de equipo que en la construcción. Finalmente, la inversión en activos inmateriales repunta del –0,3% al 2,2%.

La demanda de activos de bienes de equipo contrae su nivel tres puntos y tres décimas, desde el –2,7% al –6,0%, en sintonía con la evolución de los indicadores de producción industrial, cifra de negocios e importaciones de este tipo de bienes. El ritmo de caída de la inversión en maquinaria (–5,5%) es menos intenso que en el caso de los activos de equipo de transporte (–7,3%).

La inversión en activos de construcción acelera su decrecimiento en dos puntos, pasando del –8,2% al –10,2%. Tanto las viviendas como las infraestructuras y otras construcciones presentan perfiles decrecientes, más intenso en el caso de las últimas (–14,3%) que en el de las viviendas (–5,8%).

Demanda exterior

La contribución de la demanda exterior neta de la economía española al PIB trimestral se reduce en cuatro décimas en este período, pasando de 3,2 a 2,8 puntos. Este resultado se produce como consecuencia conjunta de una desaceleración de las exportaciones unida a una mayor contracción de las importaciones, si bien, esta última menos intensa.

Las exportaciones de bienes y servicios moderan tres puntos su crecimiento, pasando del 5,2% al 2,2%, en línea con la evolución desacelerada de las economías de los países a los que se destinan estas exportaciones, fundamentalmente, de la Unión Europea. Analizando sus componentes, se observa una desaceleración menos intensa en el caso de los bienes (del 2,9% al 1,7%), que en las de los servicios (del 13,9% al 6,5%). Por su parte, las compras de no residentes en el territorio, en línea con una actividad turística más moderada, registran un descenso del 1,0%, tasa negativa por vez primera desde el primer trimestre de 2010.

Finalmente, las importaciones de bienes y servicios descienden su ritmo de crecimiento en un punto y tres décimas (del –5,9% al –7,2%), en consonancia con el menor nivel de actividad. Todos sus componentes presentan decrecimientos, de mayor cuantía en el caso de los servicios (–6,9%) que en el de los bienes (–7,2%). En último lugar, las compras de los residentes en el resto del mundo registran un descenso del 8,7%.

Oferta

El análisis del cuadro macroeconómico desde la óptica de la oferta presenta unos rasgos similares a los del trimestre precedente. Así, se registran crecimientos moderados en el valor añadido de las ramas primarias y de los servicios y decrecimientos más intensos en el de las actividades manufactureras y de la construcción.

El valor añadido bruto de las ramas industriales intensifica su descenso en el primer trimestre de 2012, pasando del –0,4% al –3,0%, en línea con la evolución contractiva de la demanda nacional y la moderación de las exportaciones de bienes industriales. En particular, por lo que se refiere a la industria manufacturera, el descenso es algo más intenso (del –0,1% al –3,9%).

De manera consistente con la demanda de activos ligados a la actividad constructora, el valor añadido bruto de la construcción intensifica su crecimiento negativo en un punto y seis décimas, desde el –3,7% al –5,3%. Como ya se comentó en el apartado correspondiente a la demanda, el comportamiento más desfavorable tanto de la obra en edificación como de las otras construcciones determina este resultado.

El valor añadido de las ramas de los servicios desacelera suavemente su crecimiento en este trimestre, pasando del 0,9% al 0,8%. Dentro de estas ramas, las que registran un mejor resultado son las ligadas a las tecnologías de la información y las comunicaciones y al comercio, en sintonía con el repunte del gasto de los hogares en bienes de consumo. En el lado opuesto, se observa un menor ritmo de avance de las actividades relacionadas con el turismo y las inmobiliarias.

Finalmente, las ramas primarias aceleran medio punto el crecimiento de su valor añadido hasta el 0,8% acorde con la evolución de los indicadores de actividad agrícolas y ganaderos.

Empleo

El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, acentúa su decrecimiento interanual en cinco décimas, hasta situarse en el –3,8%. Este resultado supone la reducción de 655 mil empleos netos a tiempo completo en un año. A escala agregada, los resultados en todas las ramas de actividad son peores que los del trimestre precedente.

En términos interanuales, la construcción pierde más de 310 mil empleos, los servicios casi 245 mil, la industria casi 87 mil y, finalmente, las ramas primarias, más de 13 mil.

La contracción del empleo ocupado se registra con más intensidad en el empleo asalariado (pasa del –3,2% al –4,2%). Por su parte, el empleo no asalariado presenta una tasa de crecimiento menos negativa en este trimestre (pasa del –3,9% al –0,9%).

El número de horas efectivamente trabajadas por las personas ocupadas en la economía pasa del –1,7% al –3,4% en este trimestre. La diferencia entre esta evolución y la de los empleos equivalentes a tiempo completo se debe al menor aumento de la jornada media a tiempo completo, que pasa del 1,6% al 0,4%.

De la consideración conjunta del crecimiento del PIB trimestral y de los datos de empleo ocupado, se deduce que la variación interanual de la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente se reduce en dos décimas, desde el 3,7% al 3,5%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada aumenta en un punto y una décima, pasando del 2,0% al 3,1%. PIB a precios corrientes y deflactor implícito

El PIB valorado a precios corrientes desacelera un punto y cuatro décimas su crecimiento interanual, desde el 1,5% hasta el 0,1% en el primer trimestre de 2012. Como consecuencia, el crecimiento del deflactor implícito de la economía alcanza el 0,5%, siete décimas menos que en el trimestre anterior.

Rentas

Por lo que se refiere a la distribución primaria de las rentas, la remuneración de los asalariados pasa del –2,1% al –3,3%. Este resultado es consecuencia del descenso de un punto en el número de asalariados (pasan del –3,2% al –4,2%) y de la desaceleración de dos décimas en la remuneración media por asalariado (del 1,1% al 0,9%).

De esta manera, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se mantiene estable en el –2,5%, tres puntos por debajo del deflactor implícito de la economía.

Por su parte, el excedente de explotación y la renta mixta desaceleran casi dos puntos su crecimiento, pasando del 6,6% al 4,8%. Finalmente, los impuestos sobre la producción y las importaciones netos de subvenciones decrecen a una tasa del –5,3%, dos décimas más que en el trimestre anterior.

Por lo que se refiere a las aportaciones de estas operaciones al crecimiento del deflactor implícito del PIB, el excedente de explotación y la renta mixta aportan 2,3 puntos al crecimiento de dicho índice, mientras que la remuneración de los asalariados contribuye negativamente en 1,4 puntos y los impuestos netos sobre la producción lo hacen en cuatro décimas.

España nuevamente en recesión