viernes. 19.04.2024

La presidenta de la FAPE, Elsa González, ha asegurado hoy en Santander que los trabajadores de los medios de comunicación están “acosados por el paro y la precariedad” como consecuencia de una gestión “nefasta” de la que no son responsables “ni ellos, ni los ciudadanos”, y ha apostado por un periodismo basado en “la formación, la ética, el rigor y la calidad” como futuro de la profesión.

Así se pronunció durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el marco de la celebración del curso de la Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez 20-O ETA deja las armas: cómo lo vivimos; cómo lo contamos que se desarrolla esta semana en la institución académica en colaboración con la FAPE, y en la que estuvo acompañada por la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, Dolores Gallardo, y por la directora del curso y presidenta de la Asociación Vasca de Periodistas, Lucía Martínez.

“La sociedad debe ser consciente de que si el periodismo pierde calidad, se debilitan la democracia y las libertades”, insistió la presidenta de la FAPE, quien consideró que “ese camino ya se ha iniciado” y que lamentó que los “grandes perdedores” de esa “debilidad informativa” sean los ciudadanos.

En este sentido, González recordó que el periodismo es una profesión “amparada por la Constitución” que requiere de personas “suficientemente preparadas” para ejercer un papel “fundamental e imprescindible” para la vigilancia del poder en una sociedad democrática. “Estamos inundados y abrumados de información y es el periodista el que selecciona y contextualiza”, apuntó.

Además, señaló que el Observatorio de la Crisis de la FAPE indica que se han perdido en los últimos años más de 6.200 puestos de trabajo y adelantó que después del verano la cifra “probablemente” se va a acercar a los 8.000 periodistas despedidos. “Hay varias televisiones y emisoras de radio con la espada de Damocles encima”.

Precisamente, sobre la situación de los medios de comunicación públicos que se enfrentan a recortes y posibles despidos en los próximos meses, la presidenta de la FAPE defendió su papel para “asegurar la pluralidad y el régimen de libertades” y criticó que “se queden como meros repetidores” y se debilite la información local. “Es una pérdida enorme, no solo para los periodistas”, subrayó. Pese a todo, quiso lanzar un mensaje optimista y reivindicó el futuro de la profesión.

Por su parte, la directora de la Escuela de Periodismo Juantxu Rodríguez se mostró “preocupada” por el “desmantelamiento brutal” que se está produciendo en los medios de comunicación y alertó de que la pérdida de capital humano y profesional puede provocar que, cuando superemos la crisis, no quede garantizada la “transmisión natural de conocimientos”. “Estamos despreciando con los ERES a las personas con bagaje que enseñaban a los recién llegados”, concluyó.

FAPE pronostica la pérdida de hasta 8.000 empleos periodísticos