viernes. 29.03.2024

Bernardo Bonezzi, líder del mítico grupo de la Movida madrileña Zombies, autor de "Groenlandia" y ganador de un Goya por sus composiciones para el cine, ha fallecido hoy en su domicilio a los 49 años.

Hijo de un italiano y una brasileña, Bernardo Bonezzi es un claro ejemplo de precocidad en el panorama musical español, hasta el punto de haber sido considerado como “el Mozart de la movida madrileña”. A los seis años comenzó a tocar la guitarra, y a los ocho escuchaba discos de Roxy Music, Marc Bolan y David Bowie, difíciles de encontrar en aquellos años, los últimos del franquismo. Empezó a componer melodías a los diez años y en 1978, cuando contaba con trece años, fundó Zombies, grupo de la movida madrileña. Su primer single fue “Groenlandia”, uno de los temas más populares de esa época. Grabaron dos discos: Extraños juegos en 1980 y La muralla china en 1981.

En 1982 la formación se separó y Bernardo Bonezzi produjo y compuso la música del disco que Pedro Almodóvar y Fabio McNamara grabaron en aquel año. También compuso las canciones de Laberinto de pasiones, la segunda película del cineasta manchego, y empezó así la relación del músico con el mundo del cine.

En 1983 publicó el maxi-single Las diez mujeres más elegantes y en 1984 el álbum Bonezzi-St.Louis, en el que colaboró la cantante Didi St. Louis. Estos dos trabajos no le satisficieron y decidió centrarse en hacer composiciones para obras teatrales, series de televisión y el cine. Compuso más de cuarenta bandas sonoras, alcanzando un gran reconocimiento entre los profesionales del medio y ganó un premio Goya por su trabajo en Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto en 1996. Ha estado nominado en tres ocasiones más por las bandas sonoras de Mujeres al borde de un ataque de nervios en 1989, Todo por la pasta en 1992 y Sin noticias de Dios en 2002. Para la televisión compuso algunas melodías tan populares como la de Farmacia de guardia.

Fue el miembro del Consejo de Administración de la SGAE más joven de la historia.

En 2002 dejó de trabajar para el cine y comenzó una trilogía de discos instrumentales dedicados a las horas del día: La hora del lobo 2004, al que siguió La hora azul, publicado en 2006, con influencias del cine de Ingmar Bergman y Éric Rohmer. En 2007 completó la trilogía con La hora del té, en el que experimentó con sonidos de otras culturas, principalmente orientales. Su último disco, en el que abandona las composiciones instrumentales y retoma las canciones pop, fue publicado en 2012 con el título La esencia de la ciencia.

Muere Bernardo Bonezzi