jueves. 28.03.2024

Los directivos del Mallorca y en concreto Biel Cerdà, están jugando a un juego muy peligroso, como es ilusionar a una afición con el tema del Lluís Sitjar.

Y no sólo a la afición, también a una barriada, la de Es Fortí y a una ciudad, la de Palma. Nadie cree posible cuando se está hablando día si y día también del cierre masivo de comercios, que se pueda crear una nueva área comercial con la cesión de miles de metros cuadrados públicos en el corazón de Ciutat.

Para que el macro proyecto se lleve acabo, debe haber un claro entendimiento entre lo público y lo privado. Es decir, entre el Real Mallorca, el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca. Esta premisa no se ha dado y difícilmente se dará. En todas las reuniones que han mantenido el club, con los responsables político del consistorio palmesano. En ningún momento la entidad bermellona ha enseñado ningún aval que dé viabilidad al proyecto.

Además el presidente del Real Mallorca, en privado, está muy molesto por las actuaciones de Biel Cerdà. Que informó antes a la prensa, de la última reunión que mantuvo con la empresa supuestamente interesada en avalar el proyecto del nuevo Lluís Sitjar, que al presidente del Real Mallorca.

La Federación de Peñas del Real Mallorca hace un año ya pidió la dimisión de Biel Cerdà por jugar con los sentimientos, según ellos, de los aficionados mallorquinistas. Y no llevar a cabo el proyecto que había presentado, se sentían engañados. Concretamente, su presidente Rafel Martorell afirmaba: “No podemos permitir que se vuelvan a repetir las acciones llevadas a cabo por el señor Cerdà, no podemos estar callados, ha hecho el ridículo con un tema tan importante como el del Luis Sitjar. Le pedimos que salga del consejo y busque a los inversores, y si los consigue le daremos la enhorabuena. A nadie le hace mayor ilusion que a nosotros volver a jugar en el Luis Sitjar. No podemos permitir que sea consejero del club. Estamos cansados de la gente que ha venido a ganar dinero”.

“Ha mostrado una total falta de sentimiento hacia los abonados y seguidores del Real Mallorca, que son los verdaderos, como bien dijo el presidente Cladera, propietarios de la entidad. Lo más cómodo seria agachar la cabeza, pero esta es la realidad”.

Recordemos que el tema del Lluís Sitjar fue el detonante de la ruptura entre el club y la Federación de Peñas. Una enemistad que a día de hoy continúa y parece que no hay ninguna posibilidad de que se arregle.

El nuevo Lluis Sitjar, otro espejismo de una parte del Real Mallorca