Este jueves se producirá el acto de conciliación en la sede del TEAD, entre el RCD Mallorca y el G30, a pesar de los intentos del asesor jurídico, Miquel Coca de aplazar este acto.
Nuevo intento de Coca de evitar lo inevitable, es decir, que se vea el resultado de su nefasta gestión y la consecuencia de sus consejos. Coca ya intentó en octubre la judicialización del caso que no beneficia al Mallorca, en todo caso sólo a Coca y a sus servicios jurídicos, los mismos que aconsejaron romper con Mediapro. El Mallorca llevado por los consejos de Coca ya hizo lo mismo con el caso Delta, un caso que se resolvió en junio y que tras la apelación del Mallorca ante la Audiencia, en octubre, se dictó una sentencia exactamente (en lo principal) igual a la anterior. El Mallorca no se vio beneficiado por esta acción legal, el único beneficiado fue Miquel Coca.
La inseguridad en los consejos que da Miquel Coca al Mallorca han aconsejado al Club reforzar la línea jurídica con el asesoramiento del bufete de abogados catalanes, Cuatrecases. En este caso la inseguridad es múltiple ya que hay que recordar que fue Coca quien mal aconsejó al Club y quien en debería de alguna manera afrontar las consecuencias de su acción, pero visto o visto en el Mallorca, hagas lo que hagas, sales de rositas.
El jueves acudirán a la sede del TEAD, Cladera, Durán, Coca y el representante de Cuatrecases.
Antes de que todo esto suceda el club sigue a la deriva institucional, Cladera no ha convocado al Consejo que debe cesarlo, a pesar de dar su palabra y a pesar de la petición de 5 de los 8 consejeros que lo forman. Es la manera de hacer las cosas de la gente que rodea a Serra Ferrer que sigue imponiendo el "mando y ordeno" alejando cualquier atisbo de consenso en el Club que cada día se parece más a su cortijo particular, y para muestra un botón, el no invitar a todos los consejeros a las comidas con los veteranos y la plantilla.
