jueves. 28.03.2024

Ryanair es la compañía aérea que comete más abusos, según siete de cada diez usuarios encuestados por FACUA-Consumidores en Acción en el marco de su campaña #Aeroderechos, que desarrolla para alertar a los pasajeros sobre las irregularidades que se producen en el sector y fomentar que reclamen el cumplimiento de sus derechos.

El 71% de los pasajeros considera que la aerolínea irlandesa es líder en abusos, aumentando en once puntos con respecto a la encuesta realizada por FACUA el año pasado. En segundo lugar, a una distancia abismal, Iberia, mencionada por el 10%, tras el 13% de la encuesta anterior.

La asociación ha puesto en marcha la página web FACUA.org/aeroderechos, en la que los pasajeros encontrarán respuesta a doce preguntas relativas a incidencias como denegaciones de embarque, retrasos, cancelaciones o problemas con el equipaje.

Y es que el 71% de los pasajeros encuestados por la asociación declara no saber cuáles son sus derechos en caso de pérdida, deterioro o retraso del equipaje. Un porcentaje casi idéntico, el 72%, dice desconocerlos en caso de retraso, cancelación de vuelo u overbooking y las compensaciones que debe abonarles la compañía.

Dentro de esta campaña, los usuarios también pueden plantear sus dudas y exponer los abusos que han sufrido por parte de aerolíneas a través de las redes sociales: a través de la página de Facebook que FACUA ha creado dentro de su perfil y en Twitter, utilizando el hashtag #Aeroderechos.

Los gobiernos no actúan

La encuesta de FACUA recoge la opinión de 1.089 pasajeros, que ofrecen una visión muy negativa de la situación del sector, al percibir un muy elevado índice de irregularidades por parte de las compañías aéreas y la falta de controles gubernamentales.

El 93% de los pasajeros considera que el Ministerio de Fomento no garantiza la protección de sus derechos al entender que sus controles sobre las irregularidades de las compañías aéreas son insuficientes (57%) o hay una ausencia absoluta de estos (36%).

La pasividad de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento viene siendo denunciada por FACUA desde hace años, ante la impunidad con la que cometen todo tipo de fraudes las compañías.

Las comunidades autónomas tampoco hacen valer en este sector sus competencias en materia de protección de los consumidores, advierte la asociación.

Ofertas engañosas

En contra de lo que impone la normativa comunitaria, la información sobre el precio del billete que ofrecen las aerolíneas al contratar un vuelo por Internet no es suficiente ni clara desde el principio en la mayoría de los casos, en opinión del 78% de los pasajeros encuestados por FACUA.

El 80% de los usuarios cree que en la gran mayoría de compañías el precio final es más alto que el ofertado inicialmente y el 15% cree que los precios se hinchan en más o menos la mitad de las compañías. Sólo el 3% opina que en la gran mayoría las tarifas que aparecen en la publicidad coinciden con los precios finales cobrados tras finalizar todo el proceso de compra.

¿Cómo reclamar?

El 60% de los usuarios desconoce cuál es el procedimiento para reclamar en caso de cancelación o retraso de un vuelo, frente al 29% que dice conocerlo. El protocolo previo a los tribunales es exigir la correspondiente compensación a la compañía aérea y, en caso de negativa o falta de respuesta, presentar una denuncia ante la AESA.

El 82% de los usuarios indica que la última vez que sufrió una cancelación o un gran retraso, la compañía aérea no le informó sobre sus derechos, algo a lo que están obligadas por la normativa europea.

Las compañías tampoco facilitan información suficiente y clara sobre cómo contactar con ellas para presentar consultas y reclamaciones en la mayoría de los casos, según el 82% de los encuestados.

Y de los pasajeros que han reclamado ante una cancelación o gran retraso, sólo el 15% recibió una respuesta satisfactoria por parte de la compañía aérea. El 85% no recibió la compensación exigida (ni un céntimo en el 49% de los casos y menos de lo que reclamó en el 36%).

Ryanair es la compañía aérea que comete más abusos