jueves. 28.03.2024

Mientras que las condiciones de los mercados financieros de la Unión Europea han mejorado considerablemente desde el verano pasado, la actividad económica resultó decepcionante en el segundo semestre de 2012. No obstante, los principales indicadores indican que el PIB de la UE está tocando fondo y se espera una aceleración gradual de la actividad económica. La recuperación del crecimiento vendrá impulsada inicialmente por una demanda exterior en aumento. Se prevé una recuperación de las inversiones y el consumo internos más adelante este año y, para 2014, la demanda interna será seguramente el motor principal de un crecimiento reforzado del PIB.

La atonía de la actividad económica hacia finales de 2012 supuso un punto de partida débil para el año en curso. Este hecho, combinado con una recuperación del crecimiento más gradual de lo que se preveía antes, determina el bajo crecimiento anual del PIB previsto en 2013 en la UE, cifrado en el 0,1 %, así como una contracción del 0,3 % en la zona del euro. La evolución del PIB trimestral será algo más dinámica de lo que indican las cifras anuales, previéndose que el PIB en el cuarto trimestre de 2013 sea un 1 % superior a las cifras del último trimestre de 2012 en la UE y que lo sea un 0,7 % en la zona del euro.

El contraste entre la mejora de la situación de los mercados financieros y la atonía de las perspectivas macroeconómicas para 2013 se debe en gran parte al proceso de ajuste de los balances, que continúa pesando en el crecimiento a corto plazo. A medida que avance este proceso, se consolidarán asimismo las bases para el crecimiento en 2014, el cual se prevé sea del 1,6 % en la UE y del 1,4 % en la zona del euro.

Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios y el Euro, ha declarado lo siguiente: «El reajuste en curso de la economía europea sigue pesando en el crecimiento a corto plazo. La coyuntura actual puede resumirse como sigue: hemos heredado datos verificados decepcionantes al término del año pasado, tenemos datos no verificados más alentadores en un pasado reciente y, de cara al futuro, aumenta la confianza de los inversores. Las medidas enérgicas tomadas recientemente están preparando la recuperación. Debemos continuar el proceso de reformas y evitar bajar la guardia, lo que podría menoscabar el retorno de la confianza en curso y retrasar la necesaria mejora del crecimiento y la creación de empleo.».

Se prevé un repunte progresivo del consumo y la inversión

Las importantes medidas adoptadas desde el verano pasado han cambiado el juicio de los mercados en lo relativo a la viabilidad de la UEM y la sostenibilidad presupuestaria de sus Estados miembros.

Una combinación de fragilidad cíclica, incertidumbre, ajuste prolongado de balances y redistribución de los recursos en toda la economía, tal como suele ocurrir tras una grave crisis financiera, está frenando las inversiones y el consumo interiores. No obstante, el retorno de la confianza de los hogares y las empresas reducirá, previsiblemente, el efecto negativo de estos factores. Como se espera que la relajación de las tensiones del mercado financiero se traduzca en mejores condiciones de préstamo, esto debería facilitar una recuperación gradual del crecimiento del consumo y la inversión en el curso de 2013.

Se prevé que la atonía actual de la actividad económica tenga como consecuencia un incremento del desempleo este año al 11,1 % en la UE y el 12,2 % en la zona del euro.

Puesto que la incidencia del aumento de los precios energéticos en la inflación disminuirá seguramente, se prevé una bajada gradual de la inflación de los precios al consumo durante 2013, así como su estabilización el año próximo en torno al 1,7 % en la UE y el 1,5 % en la zona del euro.

Progresa el saneamiento presupuestario

Las importantes medidas presupuestarias que están aplicando los Estados miembros deberían dar lugar a una nueva reducción del déficit presupuestario global al 3,4 % en la UE y el 2,8 % en la zona del euro en 2013. Se prevé que la reducción del saldo presupuestario estructural proseguirá a un ritmo algo más lento este año que en 2012. El saneamiento presupuestario en curso está conteniendo el alza del ratio deuda pública/PIB, que registrará seguramente un leve nuevo aumento en 2013 debido a que seguirá siendo moderado el crecimiento del PIB.

Mientras que los riesgos para las perspectivas de crecimiento siguen siendo predominantemente a la baja, el reparto de riesgos es ahora bastante más equilibrado. La aplicación efectiva de políticas para reforzar la Unión Económica y Monetaria y estimular los ajustes necesarios es fundamental para poder mantener controlado el riesgo de una nueva agravación de la crisis de la deuda soberana. Otros riesgos bajistas están relacionados con la posibilidad de que la debilidad del mercado de trabajo influya en la demanda interna y la ralentización del movimiento de reforma, así como con los grandes desafíos presupuestarios a medio plazo que aún deben afrontarse a medio plazo en los Estados Unidos y Japón. Los riesgos de corrección al alza del crecimiento del PIB podrían materializarse si se avanzara con mayor rapidez en la solución de la crisis y las reformas estructurales o si el retorno de la confianza fuera más sólido de lo previsto. Los riesgos en cuanto a las perspectivas de inflación parecen equilibrados.

La Comisión Europea contempla una contracción económica del 0,3 % en la zona del euro