La mayoría de votos que ostentan Serra Ferrer y su séquito no pueden ser utilizados de peor manera, Biel Cerdá se ha convertido en el nuevo presidente del Real Mallorca, la reacción no se ha hecho esperar y el entorno mallorquinista no da crédito y arrecia contra la decisión.
En una linea cercana a la chochez, Serra Ferrer trajo de vuelta a Manzano, quiso que el Villareal jugase el Ciutat de palma y ahora nombra presidente a Biel Cerdá, el que, cual Bruto del deporte, se cargó a Jaume Cladera.
Cerdá el hombre que quiso cambiar la mascota y el escudo, el que presentaba los proyectos inviables para el Luis Sitjar, Cerdá un ex directivo del Barça al que hace poco le asesoraban para que dijese que de pequeño ya era del Mallorca. Este es el elegido por Serra Ferrer en una maniobra en la que se asegura que Cerdá no le traicionará, ni cambiará de bando, a un precio que los mallorquinistas no están dispuestos a pagar.
Serra Ferrer volverá atrás esta decisión, lo venderá como que es un mandato administrativo, que ahora busca un presidente institucional, lo vista como lo vista, Cerdá preside el Mallorca, y por desgracia esta es la principal novedad del Consejo de Administración de un club de f´tubol que necesita más que nunca criterio y orden.
