Antoni Manchado, Senador socialista por Mallorca, presentará una moción en la Comisión de Medio Ambiente en la que pedirá la declaración de zona catastrófica del área de la Serra de Tramuntana afectada por el incendio que comenzó a Andratx y que ha quemado más de 2.300 hectáreas de bosque.
Además de esta declaración que debe producirse por parte del Gobierno del Estado, Antonio Manchado también reclamará que se aprueben los correspondientes decretos de ayuda por los daños causados por catástrofes naturales, de manera que se ponga de manifiesto una "implicación decidida de todas las instituciones, encabezadas por el Gobierno estatal, para recuperar el medio rural, además de las repercusiones económicas que conllevan".
Para decidir las ayudas correspondientes, el socialista pedirá la creación de una comisión de evaluación de los daños en la que participen instituciones de Mallorca y de las Islas Baleares para dictaminar las ayudas que se destinarán a recuperar el espacio natural y el paisaje que, según los expertos, "no volverá a recuperarse íntegramente en los próximos 80 años", además de paliar las graves repercusiones económicas que "desde los perjuicios individuales de personas que lo han perdido todo hasta el daño que se ha hecho a la Serra de Tramuntana como pilar de la promoción turística de Mallorca afectando a su alto valor paisajístico y ambiental".
Antoni Manchado ha mostrado su preocupación por el anuncio del Ministro de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente que pretende limitar estas ayudas al reparto de una partida presupuestaria entre todos los incendios forestales del Estado durante este verano, una decisión contra la que se ha manifestado el socialista que considera que "los que deben decidir lo que es necesario para recuperar la Serra de Tramuntana como corresponde son los expertos y no los recortes del Gobierno".
El Senador socialista por Mallorca ha recordado que el incendio que ha afectado a los municipios de Andratx y Estellencs ha sido el más devastador de los últimos 20 años quemando 2.335 hectáreas de pinar, encinar y olivar centenario, además de campos de cultivo, de una zona declarada hace dos años como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por lo que reclama el "compromiso firme del Gobierno en la recuperación de este espacio emblemático de Mallorca sin limitaciones presupuestarias previas de las ayudas".
