viernes. 29.03.2024

Los Hermanos Musulmanes han convocado una marcha de protesta en el Cairo, el día siguiente de la jornada más sangrienta de la historia de Egipto. Un nuevo desafío al estado de emergencia y al toque de queda nocturno decretados por las autoridades para hacer volver el país a la calma.

El último balance oficial de víctimas del Ministerio de Sanidad cifra las víctimas en 525 muertos y 3.717 heridos, aunque otras fuentes elevan a más de 700 los muertos, la mayoría de los cuales en el campamento de la plaza de Rabaa al-Adawiya del Cairo, destruido por las fuerzas de seguridad. Entre los muertos hay un reportero británico y una periodista egipcia. El balance, pero, no incluye más de 250 cadáveres encontrados en una mezquita, según el canal árabe de televisión Al-Jazeera. Por el contrario, los Hermanos Musulmanes elevan el número total de muertos en todo Egipto hasta más de 4.500 personas.

Al menos tres policías han muerto esta mañana en un ataque a una comisaría en el barrio de Heluan, al sudeste del Cairo, supuestamente perpetrado por miembros de los Hermanos Musulmanes. El ministro egipcio del Interior ya dijo este martes que 43 oficiales y agentes de la policía perdieron la vida y más de 200 resultaron heridos en ataques y enfrentamientos con los partidarios de Mursi.

A las séis de la mañana, se ha levantado el toque de queda nocturno, que ha traído al país una cierta calma. Aún así, y a pesar del amplio despliegue de las fuerzas del orden, ya ha habido incidentes en varias zonas de madrugada. En A el-Arish, la capital de la provincia norteña del Sinaí, un policía y un soldado han muerto por los disparos que han recibido de desconocidos cuando estaban ante una comisaría, mientras que en Wena, al sur, al menos dos personas han muerto de disparos durante los enfrentamientos entre seguidores de Mursi y las fuerzas de seguridad alrededor de los juzgados de la ciudad. En A el-Qalyubiya, al norte del Cairo, al menos tres personas han muerto y quince más han quedado heridas entre islamistas y opositores del depuesto presidente.

Las autoridades egipcias han cerrado el paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto. Se trata de la única frontera de Gaza que no da con Israel, que pone grandes restricciones a la salida de personas y bienes de Gaza.

El primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, ha condenado las "acciones criminales" contra varias iglesias. El jefe del ejecutivo ha llamado al patriarca copto Teodoro II para expresarle su solidaridad y darle el pésame por los actos de violencia y el incendio de iglesias en varias localidades del país. En cualquier caso, ha advertido que su ejecutivo afrontará con firmeza cualquier intento de agredir lugares de culto y los ataques a cristianos.

El presidente interino, Adli Mansur, por su parte, ha encargado a las fuerzas armadas que, con la ayuda de la policía, adopten las "medidas necesarias" ante la situación. Las autoridades han denunciado "actos intencionados de destrucción y ataques contra instalaciones públicas y privadas y la muerte de ciudadanos a manos de grupos radicales".

Durante un mes, Egipto vivirá bajo el estado de excepción. Una situación en que se suspenden un gran número de derechos personales, civiles y políticos, como el de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o el de hacer mítines políticos. Esta medida deja las manos libres a los aparatos de seguridad para registrar cualquier vivienda o detener a cualquier persona de manera indefinida sin que haya que notificarlo a las autoridades judiciales.

Cientos de muertos y miles de heridos en Egipto