jueves. 28.03.2024

Rafa Nadal buscará este viernes, a partir de las 9.30 hora peninsular, el pase a su tercera final del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada en el que volverá a revivir su vieja rivalidad con el 'resucitado' Roger Federer.

Dos años después, el balear y el suizo reeditarán la semifinal que disputaron en Melbourne Park, decidida a favor del primero en cuatro sets (6-7(5), 6-2, 7-6(5), 6-4) y en lo que fue su último enfrentamiento en un 'grande' hasta el de este viernes en la Rod Laver Arena. Nadal perdió entonces la épica final contra Novak Djokovic, que le cerró su segundo título en Australia, después del logrado en 2009, aquel que provocó la imagen más humana de Federer, que lloró tras caer en cinco mangas (7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6, 6-2).

El actual número uno del mundo domina 22-10 una de las rivalidades más carismáticas de la última década, marcada por dos jugadores que se respetan y elogian, y que han vivido numerosas 'batallas' en todos los escenarios posibles, a excepción de la Copa Davis. El de Manacor y el de Basilea se han medido diez veces en un 'grande', en todos menos en Nueva York, y el balance también es favorable al español, ganador en ocho ocasiones y perdiendo únicamente en dos finales sobre la hierba de Wimbledon, siendo la de 2007 la última derrota ante Federer en un 'Grand Slam'.

LA HERIDA EN LA MANO, GRAN PREOCUPACIÓN DE NADAL.

Nadal se llevó los cuatro partidos en los que se vieron las caras el año pasado, dos de ellos en pista dura (Indian Wells y Cincinnati), nefasto para el exnúmero uno del mundo que cayó hasta el sexto lugar del ranking mundial, con sólo un título en su haber, el de Halle, y con las semifinales perdidas ante Andy Murray en Australia como su mejor bagaje en los 'grandes'.

Sin embargo, después de un 2013 donde su espalda tampoco le dejó estar a su mejor nivel físico, parece que Federer mantiene su 'hambre' y quiere volver a codearse con los mejores. Para ello, se puso en manos del extenista sueco Stefan Edberg, cuya mano se ha empezado a notar en Melbourne Park donde ha recuperado mucha parte del nivel de antaño, con un 'drive' demoledor, un servicio sólido y su volea, algo que se pudo ver en la victoria en los octavos ante Jo-Wilfried Tsonga y durante casi todo el partido de cuartos ante Murray.

Pero enfrente tendrá a un jugador que ha ido solventando con solidez también sus enfrentamientos en el torneo, donde sólo ha cedido un set hasta el momento, y que aspira a cruzarse nuevamente en el camino de su amigo y rival para evitar la final histórica suiza con Stanislas Wawrinka.

Nadal ha demostrado sobreponerse a las adversidades que ha tenido durante su caminar por Melbourne y su mayor preocupación es la herida en su mano izquierda que tanto le molestó en su irregular partido ante el búlgaro Grigor Dimitrov, sobre todo, como él reconoció, a la hora de sacar más que a la de ejecutar su 'drive', que no funcionó tan bien como es habitual en su último choque y que será necesario para incomodar a Federer y su revés, su 'arma' más débil.

Nadal - Federer amistad y rivalidad en las pistas de Australia