viernes. 29.03.2024

Según las previsiones de invierno de la Comisión Europea, la mayoría de Estados miembros y, en general, en toda la UE continuará la recuperación económica. Habiendo salido de la recesión en la primavera del 2013 y después de tres trimestres consecutivos de una suave recuperación, las previsiones apuntan a un crecimiento económico que está aumentando moderadamente. Según las previsiones, en 2014 se producirá un crecimiento del PIB real del 1,5% en la UE y del 1,2% en la zona euro y en 2015 habrá una aceleración de la actividad hasta llegar al 2,0% en la UE y el 1,8% en la zona euro.

Cada una de estas cifras representa una revisión al alza de 0,1 puntos porcentuales respecto de las previsiones hechas en el otoño de 2013. Las previsiones continúan basándose, pero, en la hipótesis de que la aplicación de las medidas tomadas a nivel de la UE y de los Estados miembros mejorarán la confianza y las condiciones financieras y ayudarán a los Estados miembros a continuar haciendo los necesarios ajustes económicos porque n 'incrementarán su potencial de crecimiento.

«La recuperación está ganando terreno en Europa después de que hayamos vuelto a crecer a mediados del año pasado. Este año el fortalecimiento de la demanda interna nos ayudará a conseguir un crecimiento más equilibrado y sostenible. Se ha avanzado bastante en el reajuste de la economía europea y ha mejorado la competitividad exterior, especialmente en los países más vulnerables. Aunque hayamos dejado atrás la peor parte de la crisis, no podemos darnos por satisfechos porque la recuperación sigue siendo moderada. Para que sea más sólida y empiece a crear más empleos, necesitamos continuar haciendo reformas económicas », declaró hoy el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

Crecimiento económico de base más amplia

La actividad económica también ha comenzado a consolidarse en los países vulnerables y está previsto que se mantenga esta tendencia. Los indicadores de alta frecuencia dan señales claros de mejora en la mayoría de Estados miembros. Sin embargo, por la experiencia de anteriores recuperaciones que han tenido lugar después de profundas crisis financieras, la mejora actual es, en general, más bien moderada. Esto demuestra la gravedad, aunque ya no tanto, de la crisis desde el punto de vista del desendeudamiento, de las restricciones financieras y de las necesidades de ajuste interno y externo. Aunque las condiciones de financiación sean, en general, favorables, sigue habiendo diferencias muy importantes entre unos Estados miembros y otros y entre empresas de distinto volumen. Sin embargo, tras la caída tan importante que ha registrado la economía durante los últimos trimestres, la inversión está repuntando y está previsto que se acelere durante el periodo abarcado por las previsiones, incluso, aunque moderadamente, en el sector de la construcción. El desvanecimiento de la incertidumbre estimulará probablemente una demanda cada vez más fuerte, que será el principal motor del crecimiento a medida que vayan desapareciendo los factores de peligro.

El mercado de trabajo se caracteriza por una lenta estabilización del empleo, con una tasa de paro que aún es demasiado alta dado que la evolución del mercado de trabajo siempre suele seguir la del PIB con un desfase de un semestre como mínimo. De acuerdo con este modelo, las previsiones apuntan a un incremento moderado del empleo a partir de este año y una disminución máxima de la tasa de desempleo del 10,4% en la UE y del 11,7% en la zona euro de aquí a 2015 con la persistencia, sin embargo, de grandes diferencias entre países.

Según las previsiones, en 2014 la inflación de los precios al consumo será moderada en la UE y la zona euro, de un 1,2% y un 1,0% respectivamente, antes de crecer ligeramente en torno a un cuarto de punto porcentual en 2015 cuando el crecimiento económico comience a acelerarse.

Estos últimos años ha mejorado el saldo de la balanza por cuenta corriente de los Estados miembros vulnerables gracias a la continua mejora de la competitividad de sus precios ya la consolidación de sus sectores exportadores. Según las previsiones, en 2014 y 2015 algunos de estos países registrarán un superávit de su balanza por cuenta corriente.

Saneamiento presupuestario fructífero

Se espera que continúe la reducción del déficit de las administraciones públicas. En 2014 está previsto que el déficit presupuestario global baje hasta el 2,7% del PIB en la UE y hasta el 2,6% en la zona euro y que el déficit de las administraciones públicas en proporción del PIB llegue casi al 90% en la UE y el 96% en la zona euro. El ritmo de saneamiento de los saldos presupuestarios estructurales indica una orientación presupuestaria globalmente neutra.

Riesgos cada vez más equilibrados

Los riesgos son ahora más equilibrados que el pasado otoño. El mayor riesgo de corrección a la baja de las previsiones de crecimiento sería una nueva pérdida de confianza generada por el estancamiento de las reformas a escala nacional o europea. Esto aumentaría la probabilidad de un largo periodo de débil crecimiento en Europa, con una incidencia negativa en la actividad económica durante el período abarcado por las previsiones. Aunque la evolución actual de los precios refleja tanto los factores externos, como el proceso de ajuste en curso, la persistencia de una inflación muy baja en la zona euro implicaría riesgos para el reequilibrio de la economía. Sin embargo, dada la gradual consolidación de la recuperación y del aumento de la confianza, sólo existe una probabilidad muy pequeña de que se puedan producir crisis suficientemente graves para privar de ninguna base las previsiones de inflación y provocar una deflación a escala europea .

Por otra parte, también es posible que haya que hacer una corrección al alza si se produce una recuperación más sólida de lo previsto; este sería el caso si se llevaran a cabo reformas estructurales aún más audaces, lo que apoyaría las interacciones positivas entre la confianza, el crecimiento económico (sobre todo, el aumento de las inversiones) y la capacidad del sector bancario para conceder préstamos.

Bruselas afirma que la recuperación económica gana terreno