jueves. 28.03.2024

En un partido con pocas ocasiones y juego espeso que acabó sin goles en los 120 minutos de juego, la selección de Argentina fue claramente superior a Holanda la tanda de penaltis y se clasificó para su primera final de la Copa Mundial de la FIFA desde 1990, final que jugó precisamente ante Alemania.

La segunda semifinal comenzó con algunas variantes en las alineaciones. En Holanda finalmente entró el recuperado Nigel de Jong en el centro del campo y en Argentina fueron titulares Martín Demichelis en el centro de la defensa, Lucas Biglia en la medular y Enzo Pérez en una función similar a la que venía haciendo el lesionado Ángel Di María.

Los primeros diez minutos fueron de respeto mutuo y de alerta máxima para evitar errores que dieran opciones de gol al rival. De hecho hasta el minuto 13 no se vio el primer disparo del partido, obra de Wesley Sneijder, y sin excesivo peligro para el marco argentino. Al cuarto de hora el combinado albiceleste respondió con una falta de Lionel Messi que sin excesiva colocación acabó en las manos de Jasper Cillessen.

El partido, sin embargo, no terminaba de abrirse. Enzo Pérez trabaja a destajo intentando olvidar el dinamismo de Di María y Gonzalo Higuaín se movía con inteligencia, pero el juego rara vez salía de la franja central y apenas se producían llegadas de peligro. Superada la media hora Sergio Romero sacó bien dos centros de Sneijder, pero las defensas dominaron a los ataques hasta el descanso.

El segundo acto tuvo como novedad la inclusión de Daryl Janmaat por el amonestado Bruno Martins Indi en el combinado de Louis van Gaal. Pero el juego arrancó con la misma dinámica contemplativa de la primera parte. De Jong dejó poco después su puesto al joven jugador del Feyenoord Jordy Clasie, pero Holanda no acaba de funcionar.

En el minuto 74 Robin van Persie tuvo una buena ocasión en una jugada trenzada entre Arjen Robben y Janmaat, pero mejor fue la oportunidad que tuvo dos minutos después y en el área contraria Higuaín, que remató en el área pequeña para mandar el balón al lateral de la red en una posición algo forzada. Pero la igualdad se iba mantener hasta la recta final del choque.

Superado el minuto 80, por fin Alejandro Sabella se decidió a mover el banquillo dando entrada a Rodrigo Palacio y a Sergio Agüero con el objetivo de dar oxígeno al ataque. Sin embargo fue Robben el que pudo dar la campanada en el descuento del tiempo reglamentario con una ocasión que salvo in extremis Javier Mascherano. Al final nadie evitó la llegada de una prórroga en la que Van Gaal puso toda la carne en el asador sacando a Klaas Jan Huntelaar por un agotado Van Persie y renunciando a usar a Tim Krul en unos hipotéticos penaltis.

Robben volvió a aparecer en el tiempo extra para probar de nuevo a Romero, pero el guardameta argentino respondió bien. Poco después entro Maxi Rodríguez por Ezequiel Lavezzi en el último cambio de la semifinal mientras la lluvia que caía sobre el Arena Corinthians complicaba aún más el juego de ambas selecciones.

El agua y el cansancio no dejaron hueco a un gol salvador y la tanda de penaltis llegó para sellar el destino del partido. En ella se torno protagonista Romero, que paró los penaltis de Ron Vlaar y Sneijder. Los tiradores argentinos no perdonaron y el próximo 13 de julio se reeditará la final del Mundial de 1990 en Maracaná. ©UEFA.com 1998-2014.

Argentina llega a la final por los penaltis