jueves. 28.03.2024

Este fin de semana no rodará el balón en los campos de fútbol de nuestras islas. Al menos de forma oficial. Todos los partidos de aquellas categorías que no incluyan desplazamientos interislas serán suspendidos, para protestar por la futura aplicación de la Ley del Emprendedor, que pretende poner orden en economías 'paralelas' como la que existe en el deporte rey. El parón afectará a más de 25.000 personas, y llega con el apoyo prácticamente unánime de todo el mundo del fútbol, que ven peligrar, dicen, la existencia del deporte base.

Durante esta semana, el Govern Balear a través de la Direcció General d'Esports ha manifestado su apoyo a las reivindicaciones de los clubes, que pasan, básicamente, por la creación de un Régimen Especial. 'Entendemos que se regule, pero debe hacerse conociendo bien el sector y buscando fórmulas de consenso y realistas', explica el entrenador del Playas de Calvià, Silvestre del Río. Él, de hecho, sería uno de los que más sufriría la nueva forma de tributación, ya que la incompatibilidad que le exige su profesión de Policía Local le obligaría a dejar el fútbol.

El resto de especialidades deportivas también se han mostrado contrarias a esta aplicación de la Ley del Emprendedor, aunque no hayan llegado a dar un paso tan drástico. No en vano, en el caso del fútbol subyace de fondo el enfrentamiento entre el Consejo Superior de Deportes y el presidente de la Federación Española, Angel Maria Villar, poco amigo de que se fiscalice su gestión.

La huelga de este fin de semana podría además generar problemas para completar el calendario de las diversas categorías, ya que como subrayan dirigentes de varios clubes, los campos y polideportivos tienen un elevado nivel de ocupación, y 'habrá que hacer equilibrios' para finalizar con normalidad la temporada, tal como admite el presidente del Santa Ponsa, Alberto Lahoz, uno de los muchos que ya ha adelantado que entregará las llaves del club este verano 'si la única alternativa es subir las cuotas de los chavales un 60% para que podamos cuadrar las cuentas'.

Un fin de semana sin fútbol balear