El Costa Fascinosa ya está en Palma. El primer crucero de los que se encontraban en Túnez durante esta semana ha llegado al Puerto de Palma la pasada madrugada, entre una enorme expectación mediática. No en vano, en su interior viajaban los pasajeros que sufrieron el horror del terrorismo islámico, y que vieron convertida en pesadilla sus vacaciones en la costa mediterránea.
Muchos de los que han desembarcado esta mañana en la capital balear han solicitado abandonar ya el barco, y tomar desde Son Sant Joan un avión hasta sus respectivos destinos. No quieren seguir con un crucero que ya siempre les recordara´el horror vivido tras el ataque perpetrado por el Estado Islámico contra un autobús de turistas, que se saldó con cerca de una veintena de muertos.
Mientras, el sector turístico balear rechaza hacer valoraciones respecto a la posición en la que va a quedar nuestro destino como consecuencia de ese atentado. 'Ahora no es el momento', explicaba ayer Inma de Benito, la vicepresidenta ejecutiva de la federacíón hotelera de Mallorca, cuando era cuestionada respecto a la repercusión inevitablemente positiva que tendrá desde el punto de vista económico lo sucedido estos días.
En todo caso, se trata de un beneficio que nadie en el sector desea. La amenaza del terrorismo islámico está presente para todo el planeta, y nadie se libra de la posibilidad de sufrir un ataque como el de esta semana en Túnez. Un ataque que dejó entre las víctimas a una pareja de españoles que se encontraban de crucero celebrando sus bodas de oro, que les habían regalado sus hijos.
Mientras en todo el planeta se suceden las reacciones de condena más enérgica, el Estado Islámico define a los asesinos de Túnez como 'caballeros', buscando como en todas sus acciones no sólo la muerte de los 'infieles' sino también la provocación del mundo entero.
