viernes. 29.03.2024

Primera victoria de la temporada. Sufrida y agonizante. Pero, por eso mismo, bien saboreada. El conjunto de Albert Ferrer ha ofrecido hoy su cara A: luchadores, solidarios, y con calidad. Con bastante calidad. Un equipo que sí invita a soñar, y que además ha sabido sufrir más de media hora en inferioridad numérica.

El Mallorca salió al césped de Son Moix mejor plantado que ocho días atrás frente al Alcorcón, y en una de sus primeras aproximaciones al área rival, Brandon cae y el colegiado señala penalti que Arana transforma en el 1-0. El primer gol de la temporada del Centenario.

La ventaja en el marcador permitiría asistir a los mejores minutos del once bermellón, con un Brandon en estado de gracia y algunas ocasiones que a punto estuvieron de dar mayor colchón a los locales. Sin embargo, faltó acierto en el remate, y el partido iría después cayendo en una fase anodina que sólo terminaría cuando el árbitro mostraba el camino de los vestuarios.

La reanudación vendría marcada por una jugada ocurrida en el minuto 13: la Ponfe no envía el esférico fuera pese a que Pereira se encuentra tendido en el terreno de juego; Acuña se toma la justicia por su mano y hace una entrada que le supone la roja directa. El Mallorca se queda con diez. Minutos después, Albert Ferrer retira del césped a su futbolista de mayor talento, Brandon, para dar entrada a Company, y dejar claro que por delante el Mallorca sólo quiere sobrevivir a media hora de asedio visitante.

Así, a los 22 minutos Timon saca una mano milagrosa para evitar el empate. Parecía que quedaba el partido condenado a convertirse en un monólogo del rival, pero los isleños se han rehecho y aunque han acabado pidiendo la hora, se han hecho justos acreedores de una victoria que, cuanto menos, permite creer.

Una victoria para creer y para crecer (1-0)