sábado. 20.04.2024

Junts pel Sí, la heterogénea coalición formada por Convergència y Esquerra Republicana, ha ganado ampliamente las elecciones autonómicas catalanas con 62 escaños, pero la suma de sus votos con los de la CUP no sirve a los independentistas para obtener mayoría de votos en unos comicios que siempre plantearon en clave plebiscitaria.

Aunque tanto Artur Mas como Oriol Junqueras se aferran ahora a los escaños, que dan una mayoría independentista en el Parlament catalán, lo cierto es que el presidente en funciones podría no repetir en el cargo, ya que la CUP no tiene previsto votar a su favor, y en caso de abstención los no independentistas sumarían un escaño más (62-63).

Los partidos políticos opuestos a una declaración unilateral de independencia han sumado unos 150.000 votos más que los independentistas, pese a que estos últimos, que siempre reclamaron el carácter plebiscitario de las elecciones, aseguran estar legitimados para iniciar el proceso soberanista por la suma de escaños. Porcentualmente, los no independentistas ganan por más de cuatro puntos de diferencia.

La derrota de Convergència y ERC es, pese a su triunfo, clamorosa, ya que no sólo no ganan el plebiscito sino que pierden cerca de un 5% de votos acumulados respecto a las elecciones de 2012.

Como segunda fuerza política se sitúa Ciudadanos, el partido naranja que ha obtenido 25 diputados, muy por encima del PSIB, tercera fuerza en el Parlament. En el lado opuesto, el gran derrotado es el Partido Popular, que se hunde por completo hasta quedar sólo con 11 diputados.

La CUP ha sido la sexta fuerza, con diez diputados, lo cual triplica su actual representación y otorga a los radicales de izquierdas independentistas un papel clave en las próximas semanas, ya que siempre han defendido los avances en el proceso soberanista, pero la necesidad de que Artur Mas no siga al frente del Palau de la Generalitat. Ellos pueden tener la clave del futuro inmediato, que promete seguir aún más enmarañado de lo que estaba hasta el paso por las urnas, con una participación histórica.

Los partidarios de la independencia pierden su plebiscito