viernes. 19.04.2024

Jorge Lorenzo ha disfrutado este jueves de su quinta fiesta como campeón del mundo de motociclismo, y lo ha hecho reconciliándose definitivamente con la isla que le vio nacer. Así lo ha reconocido el propio Lorenzo, que ha disfrutado de los actos programados en su honor hasta el punto de olvidar una quemadura sufrida en la pierna durante su llegada a Son Sant Joan que a punto ha estado de obligarle a pasar por el hospital. 'Si he corrido con una clavícula rota, no me voy a parar por una quemadura', ha bromeado el recién proclamado campeón del mundo de Moto GP.

Más de mil personas han aclamado al número uno del motociclismo, que ha sido recibido en el Consolat de Mar por la presidenta del Govern, Francina Armengol, el alcalde de Palma, José Hila, y el presidente del Consell de Mallorca. Eufórico por lo vivido, Lorenzo ha coreado en varias ocasiones el 'We era the Champions' y ha derramado lágrimas al hacer partícipes de su éxito desde el balcón del Consolat a sus padres y a su novia.

La de esta noche ha sido además una celebración especialmente 'mallorquina'. Lorenzo no se ha despojado de la banderas de las Islas ent odo el recorrido triunfal del autocar que le ha conducido desde el aeropuerto, y ya ante los medios ha reivindicado su amor por la isla: 'quien no quiere Mallorca es tonto', ha señalado, subrayando que pese a no hablar la lengua de las islas es tan mallorquín 'como el que más'.

El deportista balear ha echado también la vista atrás de manera introspectiva, admitiendo que su imagen ha mejorado en los últimos años: 'Antes no era borde sino tímido, ahora he madurado y entiendo q no hace falta siempre mostrar fortaleza, con el tiempo he mostrado como soy', ha explicado Jorge Lorenzo, quien asegura estar dispuesto a seguir en el equipo Yamaha la próxima temporada junto a Valentino Rossi. Un 2016 en el que luchará por conseguir su sexto título mundial, para seguir convirtiéndose en leyenda en el deporte de las dos ruedas.

Jorge Lorenzo, un pentacampeón mundial 100x100 mallorquín