120 muertos y 200 heridos es sólo el balance provisional de la auténtica masacre perpetrada esta noche en París por al menos ocho terroristas. Francia, que ha decretado su alerta máxima anti terrorista, ha cerrado sus fronteras y ha recomendado a los habitantes de la capital que no salgan de sus domicilios.
La Policía francesa ha informado del hallazgo de decenas de cadáveres en la sala de conciertos Bataclan al término del asalto efectuado por las fuerzas de seguridad y en el que también han fallecido los dos terroristas que mantenían retenidos a los asistentes a un concierto, abatidos cuando pensaban activar sus cinturones detonadores.
Testigos aseguran que los autores de este atentado gritaban "Alá es el más grande" en el momento de entrar en la mítica sala de fiestas parisina, donde han perdido la vida al menos 70 personas.
Las fuerzas del orden han identificado seis puntos donde se han perpetrado atentados, uno de ellos las inmediaciones del Estadio de Francia, donde se estaba disputando un partido amistoso entre Francia y Alemania. El encuentro quedaría suspendido, y las personas que acudían al mismo evacuadas, entre ellos el presidente François Hollande, que ha condenado enérgicamente la barbarie terrorista, que se relaciona con la presencia gala en Siria.
