La noche del pasado martes se puso en marcha el nuevo sistema de recogida de trastos y muebles viejos en veintiocho barrios del centro de Palma entre los que se encuentran el área de Santa Catalina, Es Jonquet o Son Armadans, además de de la zona norte de la ciudad, lo que equivale a un total de 90.000 habitantes.
Durante el horario de recogida multitud de estos ciudadanos depositaron sus utensilios domésticos en la calle, los cuales posteriormente serían recogidos por 7 brigadas y veintiún operarios de Emaya. A lo largo de la noche llegaron a recoger un total de 11'8 toneladas entre muebles, colchones y demás residuos depositados.
Una cifra que Emaya considera muy positiva, ya que la empresa recogía de media unas veinte toneladas diarias de trastos. De modo que, poder recoger un 60% de los utensilios de forma ordenada en los barrios adecuados y en el horario correspondiente es todo un éxito.
Sin embargo, durante la noche se registraron hasta veintiocho infracciones, que consistieron en depositar trastos que no correspondían a este sistema de recogida, para evitarlas los operarios de Emaya colocaron en estos objetos, tales como electrodomésticos, adhesivos llamativos con la siguiente frase "això no toca".