jueves. 28.03.2024

Las convincentes palabras de la nueva propiedad del Mallorca tendrán que dar paso de forma inmediata a los fichajes. A una larga lista de fichajes con laque evitar lo que el equipo se empeña en fabricar derrota a derrota:el descenso a Segunda división B. Unos cambios urgentes e imprescindibles que podrían también incluir el relevo de Pepe Gálvez.

El trabajo se le acumula al consejero delegado del club bermellón tras el lamentable espectáculo presenciado este domingo en el Nuevo Arcángel de Córdoba, donde el equipo de José Luis Oltra ha pasado por encima de un Mallorca gris que no ha podido plantar cara a su rival en ningún momento.

Antes de llegar a los cinco minutos, el Córdoba ya dispondría de una excelente oportunidad para adelantarse en el marcador, cuando el árbitro señalaba un más que riguroso penalti cometido por Joan Oriol. Fidel iba a ser el encargado de ejecutar el disparo, en una absurda parábola que acabó con el esférico muy alto sobre la portería defendida por Timon.

La primera ocasión para los isleños llegaría a los 14 minutos de las botas de Brandon, pero apenas un par de minutos más tarde, Andone no iba a perdonar, y con un disparo cruzado y raso desde banda izquierda ponía el primer gol de la tarde: 1-0.

Desde ahí -e incluso antes- el partido iba a ser un coser y cantar para los verdiblancos, muy superiores a los isleños en todo momento. A los 26 minutos, otra vez por velocidad, Xisco Jiménez se quedaba solo ante Timon y le batía por bajo para aumentar la diferencia. Se adivinaba goleada. 2-0.

El festín podría haber sido ya mayor en la retirada a vestuarios, si el árbitro no hubiera visto fuera de juego de Florín Andone en una gran jugada de los locales que acabó en gol anulado.

En la reanudación el Córdoba se dejaría llevar, y aún así Markovic, que acababa de sustituir a un ovacionado Xisco, haría el tercero, sólo un minuto antes de que Brandon marcara un gol inútil para un Mallorca que se desangra.

Con el partido resuelto pero la tensión latente entre los futbolistas, la grada llegó a cantar lo de 'a Segunda B'. Una realidad a la que ya se debe mirar de frente tras media Liga y con registros que sólo hacen al Mallorca acreedor de perder la categoría. Salvo que Sarver lo evite. Ahora sí ha llegado su momento.

El Córdoba humilla a un Mallorca hundido