martes. 19.03.2024

La expresidenta del Parlament y del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar está a punto de cerrar su primer acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, en virtud del cual admite que intervino, junto a otros líderes de la extinta Unió Mallorquina (UM), en el desvío de 200.000 euros públicos mediante la contratación, con fondos de la Institución insular, de trabajadores que en realidad se dedicaban a realizar labores particulares y buscar votos a favor del partido.

La excúpula de UM ha ultimado este miércoles un pacto que conllevará una rebaja sustancial en las peticiones de pena a las que se enfrentan por estos hechos tanto Munar como otros exdirigentes 'uemitas'.

Se trata de la primera vez que la dirigente histórica de UM, en prisión desde el 24 de julio de 2013 con dos condenas que suman 11 años y medio de cárcel, da un paso firme de cara al reconocimiento de las presuntas irregularidades que habría auspiciado.

En concreto, esta confesión permitirá reducir, al igual que en el caso de los demás exaltos cargos del partido dispuestos a pactar, la solicitud de ocho años de cárcel que pesa sobre ella a unos nueve meses de prisión, que serían sustituidos por una multa de 18 meses cuya cuota está pendiente de determinar.

Del mismo modo, los inculpados se muestran de acuerdo con que la cantidad presuntamente malversada fue de 200.000 euros -frente a los 430.000 euros a los que alude Anticorrupción en su escrito de acusación provisional-, cantidad que están dispuestos a devolver a fin de que les sea aplicada una atenuante de reparación del daño. De la esta cifra, a Munar le correspondería abonar unos 40.000 euros.

En concreto, los hechos se enmarcan en una de las piezas separadas del conocido como caso Voltor, cuyo juicio arrancará el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Baleares y en el que hasta 18 acusados se sentarán en el banquillo. Junto a Munar también prevén declararse culpables el exvicepresidente de UM Miquel Nadal, el exconseller de Turismo del Govern Francesc Buils y el exconseller de Hacienda Miquel Àngel Flaquer.

Munar confiesa por fin que desvió dinero público para captar votos