jueves. 28.03.2024

Abona 36.500 euros tras admitir que desvió fondos públicos a captar votos para UM

La expresidenta del Parlament y del Consell de Mallorca Maria Antònia Munar ha abonado este viernes un total de 36.500 euros a los que debía hacer frente tras admitir que auspició, junto a otros líderes de Unió Mallorquina (UM), el desvío de 200.000 euros públicos mediante la contratación, con fondos de la Institución insular, de trabajadores que en realidad se dedicaban a realizar labores particulares y buscar votos a favor del partido.

Así lo han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press, que han precisado que los 200.000 euros ya han sido consignados a lo largo de esta jornada por parte de los otros exlíderes del partido también acusados por estos hechos, entre quienes se encuentran el expresidente de UM Miquel Nadal, el exconseller de Turismo del Govern Francesc Buils y el exconseller insular de Hacienda Miquel Àngel Flaquer, que también se han declarado culpables.

Hasta un total de 18 acusados se sentarán el próximo lunes en el banquillo en el marco de la pieza 13 del conocido como caso Voltor. A partir de las 9.45 horas, todos ellos deberán comparecer ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares, si bien finalmente sólo 11 de los procesados serán condenados mientras que a los otros siete se les ha retirado la acusación, entre quienes se encuentra el exconseller de Deportes del Govern Mateu Cañellas.

Munar rubricará de esta forma su primer acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, después de que el pasado miércoles la excúpula 'uemita' ultimase un pacto que conllevará una rebaja sustancial en las peticiones de pena a las que se enfrentan los exdirigentes del partido. Es la primera vez que Munar, en prisión desde el 24 de julio de 2013 con dos condenas que suman 11 años y medio de cárcel, da un paso firme de cara al reconocimiento de las presuntas irregularidades que habría auspiciado.

OCHO AÑOS DE CÁRCEL REBAJADOS A MULTA

En concreto, esta confesión permitirá reducir, al igual que en el caso de los demás exaltos cargos del partido, la solicitud de ocho años de cárcel que pesa sobre ella a nueve meses de prisión, que serán sustituidos por una multa de 18 meses cuya cuota está pendiente de determinar.

Y ello al serle retirados, del mismo modo que a los demás inculpados, los delitos de asociación ilícita (la Fiscalía achaca a UM el carácter de "organización criminal"), prevaricación y tráfico de influencias que pesan sobre ellos, manteniendo en pie el de malversación.

Del mismo modo, los procesados se muestran conformes con que la cantidad malversada fue de 200.000 euros -frente a los 430.000 a los que alude Anticorrupción en su escrito de acusación provisional-, cantidad que han procedido a devolver a fin de que les sea aplicada una atenuante de reparación del daño.

Junto a los anteriores exdirigentes de UM también se encuentran acusados la exportavoz de la formación regionalista Catalina Julve, el exdirector general de Relaciones Institucionales Josep Lliteres, la exsecretaria técnica de Nadal, Eugenia Cañellas, y el exgerente del Consorcio de Informática Local de Mallorca (Cilma) Eugenio Losada. Estos dos últimos reconocieron en su día los hechos, por los que se enfrentarán a una pena inferior.

De hecho, durante la instrucción de la causa, el exgerente del Cilma aportó a la jueza instructora un listado y varios correos electrónicos en los que figuraba el nombre de estos trabajadores 'fantasma' colocados a instancias de los exaltos cargos de UM. Tras ello, la magistrada Carmen Abrines interrogó a varios de los trabajadores a petición del fiscal Miguel Ángel Subirán.

TRABAJADORES "PRIVADOS DE UM"

De acuerdo al pacto alcanzado con la Fiscalía, los acusados admiten cómo los militantes 'uemitas', pese a estar a sueldo del Cilma, dependiente del Consell, no llegaron a acudir a su puesto de trabajo sino que se habrían dedicado a trabajar para el partido, sufragando de este modo la Institución insular "a trabajadores privados de UM".

Es más, exaltos cargos insulares como Nadal favorecieron la contratación irregular de estos empleados con motivo de la puesta en marcha de los proyectos Infomallorca, EIEL y Mallorca Digital, que habrían servido para camuflar su colocación.

El Ministerio Público sostiene que Munar ocupaba la posición de "líder o jefa-directora" de una estructura jerárquica "perfectamente organizada" para desviar fondos, estableciendo "las líneas maestras del funcionamiento de dicho grupo delictivo e impartiendo las correspondientes instrucciones a sus subordinados".

En total, según la documentación que fue entregada por Losada -también acusado-, un total de 34 empleados fueron contratados para trabajar en las tres iniciativas cuyo coste, con cargo a las arcas del Cilma, oscilaba entre los 110.000 y los 190.000 euros anuales.

MUNAR ASEGURÓ NO TENER "NADA QUE VER" CON LAS CONTRATACIONES

Se da la circunstancia de que, en la declaración voluntaria que Munar prestó ante la jueza, aseguró no tener "nada que ver" con la contratación de empleados por parte del Cilma. Mientras, tanto Nadal como su secretaria personal y la de Francesc Buils, se acogieron a su derecho de no declarar ante la magistrada cuando iban a ser interrogados por estos hechos en calidad de imputados.

La Fiscalía reclama en otra causa cuatro años de cárcel y siete millones de euros de multa para la expresidenta de UM, acusada de un delito de cohecho pasivo por el soborno de cuatro millones de euros que, junto a Nadal y el exconseller de Territorio Bartolomé Vicens, habría recibido de la promotora Sacresa a cambio de adjudicarle los terrenos palmesanos de Can Domenge. El juicio por estos hechos está pendiente de fecha.

Munar fue condenada a seis años de cárcel por las irregularidades en la adjudicación de los terrenos -el pago del soborno será enjuiciado aparte-, así como a cinco años y medio por desviar 240.000 euros públicos del Consell a favor de la productora Vídeo U, empresa que controlaba junto a Nadal, a través de testaferros, cuando ambos eran los máximos responsables de la Institución insular.

OTRAS CAUSAS

Cabe recordar que otras causas, como Picnic, también centran sus investigaciones en la contratación de personas afines a UM a través de distintos departamentos municipales a pesar de que realmente se dedicaban a captar votos para el partido nacionalista.

También otros procedimientos indagan la supuesta captación de votos por parte del partido y la posterior contratación irregular de distintas personas, principalmente pertenecientes a colectivos sudamericanos, en organismos públicos y empresas privadas por haber votado a la formación, disuelta en febrero de 2011 a raíz de las numerosas causas de presunta corrupción que pesaban a sus espaldas.

DISOLUCIÓN DE UM

Cabe recordar que el estallido del caso Voltor, en febrero de 2010, llevó al entonces presidente del Govern, Francesc Antich (PSIB), en medio de una crisis sin precedentes en el Ejecutivo balear, a expulsar a todos los cargos ejecutivos de UM de las principales instituciones de las islas. Se rompía así el pacto de gobernabilidad firmado con la formación 'uemita' en 2007.

Un año después, en febrero de 2011, el partido regionalista se disolvió acuciado por los numerosos casos de corrupción que pesan a sus espaldas.

Munar sellará el lunes su primer acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción