jueves. 28.03.2024

La pardela balear podría extinguirse en aproximadamente 60 años, según un estudio publicado en la revista Journal of Applied Ecology, que ha contado con la participación de SEO/BirdLife y otras instituciones españolas y británicas.

Tal y como recuerda la organización, en 2004, un estudio demográfico del Grupo de Ecología de Poblaciones del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados-IMEDEA (CSIC-UIB), anunció el declive de esta especie y la posibilidad de su extinción en unas décadas. El estudio estuvo propiciado por la revisión del Libro Rojo de las Aves de España.

ESTUDIO DE 2004

Ya en el estudio de 2004, se desconocían las causas exactas del declive de esta especie, pero el problema principal radicaba en la anormalmente baja tasa de supervivencia adulta, por lo que cualquier amenaza que implicara la mortalidad directa de adultos merecía especial atención. El trabajo se basó en datos de seguimiento de colonias en las que no había depredadores introducidos, lo que dirigió las miradas al mar, y se planteó como factor importante la mortalidad accidental en artes de pesca.

Tras la publicación de aquel estudio, y del Libro Rojo, BirdLife International se apresuró a catalogar a la pardela balear como 'En Peligro Crítico' a nivel global, siguiendo las Directrices de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). A partir de ahí, la especie, endémica de las Islas Baleares, entró en las listas de diversos acuerdos internacionales como el Convenio OSPAR, el Convenio de Barcelona y el Acuerdo para la Conservación de los Albatros y Petreles (ACAP).

También se actualizó el plan de recuperación de la especie en Baleares (2004), se elaboró una estrategia de conservación a nivel estatal (2005), y se actualizó el plan de acción internacional (2011). A todos estos esfuerzos, cabe añadir la inclusión de todas las colonias de cría de la especie en la Red Natura 2000, Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y la reciente designación de las principales áreas para la pardela balear en el mar como ZEPA marinas.

NUEVO ESTUDIO

En el nuevo estudio, además de actualizar las estimas de supervivencia y los diagnósticos de conservación de la especie, se han estimado nuevos parámetros demográficos, como el reclutamiento o la supervivencia juvenil, y se ha cuantificado por primera vez la mortalidad de este ave en artes de pesca. Esto último ha sido posible mediante la recopilación de datos de recuperaciones de anillas, así como de datos de centros de recuperación de fauna silvestre.

"La información disponible es escasa, por lo que los resultados deben tomarse con cierta cautela y las administraciones deben hacer un mayor esfuerzo para recopilar datos", ha apuntado la autora principal del estudio e investigadora del IMEDEA, Meritxell Genovart, quien, a su juicio, señala que "la supervivencia anual sigue siendo alarmantemente baja y todo apunta de nuevo hacia las capturas accidentales como su principal amenaza".

"Presumiblemente, y de acuerdo con la información acumulada a través de diversos trabajos en marcha, el problema afectaría a todo el ámbito de distribución de la especie, que incluye el Mediterráneo occidental y el área atlántica europea", ha indicado, por su parte, el responsable del programa marino de SEO/BirdLife, Pep Arcos.

Actualmente, varios socios de BirdLife International trabajan coordinados para abordar este problema, centrando por ahora los esfuerzos en el Mediterráneo español a través del llamado Seabird Task Force, en el que SEO/BirdLife juega un papel destacado. "El objetivo es realizar una evaluación lo más detallada posible de dónde y cómo ocurren las capturas accidentales, y trabajar junto a los pescadores y las administraciones para desarrollar, probar y poner en práctica las medidas de mitigación más eficaces", ha comentado Arcos.

Asimismo, el nuevo estudio se basa en datos de colonias libres de depredadores introducidos, como ratas y gatos, pero este no es el caso de otras colonias, donde las pardelas baleares sí sufren esta presión adicional. En la actualidad, existen pocas iniciativas para desratizar algunos islotes, y también sería necesario abordar el problema de los gatos y otros carnívoros, según indica SEO/BirdLife.

Por otro lado, la investigación ha desvelado la escasez de datos demográficos sobre la especie. SEO/BirdLife lleva cinco años trabajando en el oeste y sur de Ibiza en colaboración con otras organizaciones para consolidar un programa de seguimiento de la reproducción de la especie, con el fin de paliar esta deficiencia. Además, un equipo formado por investigadores ingleses ha trabajado en paralelo en el suroeste de Mallorca.

Con estos datos, SEO/BirdLife cree necesario un compromiso por parte de las administraciones para consolidar y reforzar este tipo de iniciativas, velando para que cuenten con un buen asesoramiento científico y cumplan unos protocolos comunes mínimos.

La pardela balear podría extinguirse dentro 60 años