jueves. 28.03.2024

El Consell de Mallorca ha iniciado este verano una serie de estudios destinados a verificar los resultados de la campaña de desratización efectuada en la isla a principios del año 2011, y que permitirán verificar que la isla es zona libre de ratas.

Según se preveía en el plan de desratización, desarrollado por el Departamento de Medio Ambiente y la Conselleria de Medio Ambiente del Govern, a partir del mismo momento de la campaña se activaron diversos procedimientos de control destinados a detectar la presencia de roedores en el parque.

Por ello, se instalaron de forma permanente en las zonas más frecuentadas por los visitantes 40 cajas de madera tipo túnel, donde se puede depositar indistintamente alimento o tarjetas de control de huellas. Estas cajas han sido revisadas mensualmente por el personal del parque.

Por otra parte, el personal del parque se instruyó en los diversos indicios que pueden indicar la presencia de roedores, tales como excrementos, marcas de dientes en restos vegetales y animales, madrigueras, etc. Y de momento, todos los restos o actividades sospechosas de presencia actual de ratas y ratones han sido descartadas como indicios ciertos.

Además, la evolución de algunos vegetales especialmente sensibles, así como el incremento de la nidificación de algunas especies de aves marinas (sobre todo la Pardela balear Puffinus mauretanicus) hace pensar que todo evoluciona según lo previsto en el Plan de desratización del parque.

Sin embargo, entre las previsiones del plan de desratización, se programó que una vez transcurridos cinco años de la campaña, se realizarían diversos estudios dirigidos a tener conocimiento detallado de los resultados.

Actualmente se lleva a cabo un estudio de la población de lagartijas (Universidad de Salamanca), una revisión del atlas florístico del parque (Fundación Jardín Botánico de Sóller) y una campaña de instalación de trampas de rastro y de cámaras activadas por infrarrojos (Sociedad de Historia Natural de Baleares).

Esta última campaña está dirigida específicamente a detectar la presencia de roedores en todos los ecosistemas del parque, mediante la instalación de 200 trampas de plástico tipo túnel, con alimento atrayente en el interior y con tarjetas de registro de huellas.

Estas trampas permanecerán durante semanas repartidas en toda la superficie del parque, y se revisan de forma periódica para sustituir las tarjetas colocadas en su interior. Asimismo, cinco cámaras detectoras de movimiento se van cambiando de ubicación, y permiten fotografiar la fauna que acude a comer las cebos inocuas que es colocan frente ellas.

Antes de poner en marcha la campaña de desratización se realizó un trabajo para conocer la población de ratas presente en la isla, y se calculó que vivían unos 12.000 individuos, que habían sido introducidos por el hombre en tiempos históricos.

Los efectos negativos para la fauna autóctona de las ratas son considerables, sobre todo sobre especies animales poco adaptadas para defenderse de los depredadores.

Los pájaros marinos, que habitualmente sólo van a tierra para la reproducción, no tienen capacidad física para defenderse de carnívoros terrestres no autóctonos del ecosistema.

Por esta razón, la rata negra ha sido incluida entre las 100 especies invasoras más dañinas del mundo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El ciclo de reproducción de la rata negra abastece todo el año, teniendo entre tres y cinco camadas por año. El ciclo de gestación es de unos 21 días, y la media entre 5 y 16 crías, siendo lo más habitual de 7 u 8.

Con este ciclo reproductivo, el solo hecho de que hubieran quedado en sa Dragonera unas pocas parejas de cría, la población alcanzada durante estos cinco años tendría ya un tamaño más que respetable.

Además, con toda seguridad muchos ejemplares se habrían desplazado a las zonas de uso público (cala Lladó, miradores, faros, cumbre de na Pòpia ...), donde más fácilmente pueden encontrar alimento.

En caso de confirmarse que no hay presencia de roedores en el parque, la Dragonera será la isla más grande del Mediterráneo donde se ha logrado erradicar totalmente esta fauna introducida.

Sa Dragonera, libre de ratas