jueves. 28.03.2024
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La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a tres años y medio de cárcel a un hombre acusado de intentar arrojarse al vacío junto a su expareja desde la ventana del sexto piso en el que ella vive en Ibiza. La víctima había interpuesto anteriormente múltiples denuncias contra él por acoso y malos tratos.

En concreto, el tribunal de la Sección Segunda le atribuye un delito de intento de homicidio y otro de coacciones leves, por los que prohíbe además al encausado, Alejo M.A., acercarse a la mujer a una distancia inferior de 200 metros durante un periodo de diez años.

Tal y como relata la sentencia, ambos mantuvieron una relación sentimental de dos meses de duración que finalizó en verano de 2013, ruptura que el acusado no quiso aceptar de forma voluntaria. Ello motivó que tras la separación el inculpado persiguiese y atosigase a su expareja, según la resolución, llegando a robarle su bicicleta al objeto de convencerla para que fuera a su casa.

Los magistrados aseveran que la situación "se tornó ya grave" cuando el 17 de agosto Alejo M.A., en prisión provisional desde entonces, observó cómo la víctima conversaba en la calle con un individuo de color, lo que "desató sus celos" y le llevó a acudir al día siguiente a la vivienda de la mujer para intentar acceder a ella, como así consiguió.

El encausado aprovechó que la compañera de piso de su expareja salía del domicilio para entrar y cerrar la puerta, dejando la llave puesta por dentro.

Avisada la Policía, los agentes vieron nada más entrar a la vivienda cómo el acusado tenía sujeta a su víctima por el cuello y la espalda mientras la conducía hacia la ventana y ésta gritaba "socorro, me mata". El inculpado hizo caso omiso a las órdenes de los agentes de que la soltara de inmediato y, superado por la situación, siguió caminando hacia la ventana en un claro ademán de arrojarse al vacío y llevarse consigo a la mujer.

La intervención de los efectivos policiales impidió que Alejo M.A. lograra su propósito tras reducirle.

El tribunal hace hincapié en el hecho de que el acusado no aceptase la ruptura, motivo por el que quería mantener el contacto con ella e imponer su presencia contra la voluntad de la víctima, que interpuso por ello numerosas denuncias. Sin embargo, no todas terminaron en condena puesto que la denunciante, "ya sea por lástima o por el cariño que sentía hacia él", desistía del procedimiento.

De hecho, la expareja manifestó durante el juicio que el encausado no quería atentar contra su vida y achacó si proceder violento y agresivo a que "se trata de una persona enferma y que estaba muy bebida y drogada porque está obsesionada con ella", tal y como recoge la sentencia.

Sin embargo, la Sala asevera que no hay constancia de que el inculpado presente ningún tipo de patología, enfermedad mental o desequilibrio psíquico que limite su imputabilidad. Es más, abunda en que el 'animus' desplegado por aquél "fue de matar y no sólo de permanecer en la vivienda allanándola, y de acosar a la víctima para obligarle a que retomase su relación con ella".

Tres años y medio de cárcel por intentar tirar a su expareja desde un sexto piso