jueves. 28.03.2024
Archivo
Archivo

El borrador de la nueva Ley Turística que deja en manos de las comunidades de vecinos la potestad de decidir por mayoría si un propietario puede o no alquilar su vivienda a los turistas. Esta situación ha abierto la caja de los truenos provocando incertidumbre entre vecinos y administradores de fincas.

El presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas, Pau Bonet, es taxativo al afirmar que este borrador, si al final llega a aplicarse, "puede llegar a convertirse en un vivero de conflictos y problemas vecinales y generar numerosas tensiones entre los propietarios".

Como prueba de ello destaca que, "una comunidad de propietarios no puede decidir por mayoría si el propietario de una vivienda puede adecuar su vivienda para ofertarla como alquiler vacacional. Si pese a ello, se acuerda por mayoría de la comunidad, el propietario puede entender que se han conculcado sus derechos como propietario y demandar a la comunidad y, como es probable que gane el juicio, la comunidad deberá hacer frente a los gastos judiciales, que son muy importantes".

Pau Bonet quiere dejar claro que lo que no puede hacer la ley que pretende imponer el Govern “es que los vecinos se conviertan en juez y parte de algo de lo que no tienen representación legal para ser jueces".

No obstante, el borrador de la futura ley, tal y como está redactado, contiene una serie de cláusulas que, según los administradores de fincas "dificultarán que un propietario pueda ofrecer su vivienda como alquiler turístico, lo que provocará que muchos de ellos al final desistan de la idea".

"Al menos, en Canarias, se exige que el alquiler turístico esté contemplado en los estatutos de la comunidad, mientras que aquí se deja en manos de los vecinos la aceptación o no de una vivienda como turística", señala Bonet quien adelanta que el colegio oficial ha presentado alegaciones a este borrador ya que el mismo podría llegar a generar conflictos.

El alquiler vacacional podría convertirse en un vivero de conflictos vecinales