jueves. 28.03.2024
URUZGAN, Afghanistan--Lieutenant Tyson Yew, from 2nd Platoon, 3rd Battalion (Para), the Royal Australian Regiment leads his platoon on International Security Assistance Force mission foot patrol of the town of Tarin Kowt, Aug. 16, 2008.  (ISAF photo by Mass Communication Specialist 1st Class John Collins, U.S. Navy)
URUZGAN, Afghanistan--Lieutenant Tyson Yew, from 2nd Platoon, 3rd Battalion (Para), the Royal Australian Regiment leads his platoon on International Security Assistance Force mission foot patrol of the town of Tarin Kowt, Aug. 16, 2008. (ISAF photo by Mass Communication Specialist 1st Class John Collins, U.S. Navy)

Al menos 66 militares afganos han muerto y 73 han resultado heridos en un ataque masivo efectuado por fuerzas talibán contra un cuartel del Ejército afgano y la mezquita que albergaba en la localidad afgana de Mazar-i-Sharif, en el norte del país, según fuentes de la agencia de noticias afgana Pahjwok.

Por otro lado, fuentes militares de Estados Unidos han confirmado a la agencia de noticias Reuters que el ataque ha causado al menos 50 muertos y decenas de heridos aunque consideran que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas.

El ataque comenzó cuando dos vehículos todoterreno de las fuerzas de seguridad, con guerreros talibán al volante, lograron atravesar las múltiples barreras de protección del cuartel que albergaba a la división 209 -conocida como división Águila- del Ejército afgano, localizado en la provincia de Balj.

Tras la irrupción de los vehículos, varios hombres armados han entrado a tiros en la mezquita del cuartel aprovechando el final de las oraciones del viernes, según ha explicado el portavoz del Ejército afgano, Nasratulá Jamshidi.

Fuentes militares de EEUU han añadido que los talibán también abrieron fuego en el comedor de la base.

Los atacantes les han dicho a los guardas situados en las puertas de la base aérea que estaban transportando soldados heridos y que necesitaban entrar para proporcionarles asistencia urgente.

El ataque, según la agencia de noticias afgana TOLO News, podría no haber terminado, ya que se sospecha que al menos dos milicianos talibán se han atrincherado en el interior de la mezquita, en lo que se trata del segundo ataque masivo contra una instalación militar desde principios de año.

No obstante, de acuerdo con Jamshidi, uno de los atacantes ha sido abatido por las fuerzas de seguridad afganas y otros cinco han sido arrestados. Según la agencia de noticias Reuters sólo han participado en el ataque seis talibán.

El Gobierno de Afganistán, que cuenta con el apoyo de grandes potencias occidentales, se encuentra en medio de conflicto armado a largo plazo contra la insurgencia talibán. El portavoz de los talibán, Zabihulá Mujahid, ha asegurado que los milicianos han provocado una explosión en uno de las vallas de la base, lo que ha permitido a varios terroristas suicidas con chalecos bomba penetrar en el cuartel.

"Nuestros guerreros han causando grandes bajas entre las del Ejército afgano estacionado allí", ha anunciado. La base militar actúa como cuartel general del Ejército afgano en el norte del país, en especial para la provincia de Kunduz, donde se concentran gran parte de los combates contra los insurgentes.

Varias decenas de soldados alemanes y otros miembros de tropas internacionales se encuentran estacionados en la base de Mazar-i-Sharif, entre ellos 70 militares destinados para aconsejar a las tropas afganas como parte de la misión internacional de la OTAN.

El Ejército alemán ha asegurado que por el momento ningún miembro de sus Fuerzas Armadas ha resultado herido en el ataque.

"Según nuestras informaciones, ningún alemán ha sido afectado. Tampoco han sufrido daños el resto de miembros de la misión internacional", ha informado el portavoz del comando de operaciones del Ejército alemán.

El pasado mes de febrero, un ataque insurgente contra el hospital militar de Sardar Mohamad Daud, en la capital, Kabul, dejó un saldo de medio centenar de fallecidos.

Al menos 66 militares afganos muertos en un ataque talibán contra una base militar